Las obras de remodelación del entorno de la Plaza de España y Bailén cumplirán con sus plazos previstos y se inaugurarán antes de que finalice este 2021.
Así, la nueva Plaza de España dará lugar a un entorno más verde, sostenible y accesible que cambiará la fisonomía del centro de la capital. Un espacio de más de 70.000 metros cuadrados que integrará todos los modos de movilidad, pero «priorizando especialmente al peatón como forma de mejorar la calidad ambiental y el disfrute de esta zona por todos los ciudadanos».
La renovada distribución potenciará el carácter cívico de la plaza y está concebida para propiciar la relación, la estancia y el paseo. Un espacio en el que las actividades estarán reguladas a través del mobiliario (juegos de niños, juegos de mayores y espacios de recogimiento) pero también con ámbitos capaces de acoger iniciativas asociadas al disfrute del espacio público.
La nueva Plaza de España emerge como un eslabón de la cadena de áreas verdes que desde el sur (Jardines de Sabatini y Plaza de Oriente) el oeste (Casa de Campo, Campo del Moro y Madrid Río) y el norte (Parque del Oeste) quedan perfectamente enlazados. En definitiva, es la puerta verde de una malla transversal que procede del río Manzanares y establece un punto de penetración medioambiental hacia el centro de la ciudad.
Un espacio verde y peatonal
En total, se han plantado más de un millar de árboles. Asimismo, la nueva configuración del espacio supone la reducción de la contaminación atmosférica y acústica, de las emisiones de gases de efecto invernadero y del consumo de energía.
Otro de los cambios fundamentales que traerá consigo la nueva Plaza de España es el túnel que unirá la calle Ferraz con la intersección de la cuesta de San Vicente. Además, se ha ampliado hasta allí el túnel de Bailén que parte a la altura de la calle Mayor.
Por otro lado, el paso elevado de vehículos construido a finales de los años 60 y que ha estado en funcionamiento hasta el inicio de las obras se convertirá en una plataforma peatonal que constituye la pieza de conexión que permitirá generar este sistema continuo de espacios libres públicos.
Además, el proyecto integrará la mayor parte de los restos arqueológicos encontrados durante las excavaciones para la construcción del túnel Bailén-Ferraz, como las dos plantas del Palacio de Godoy y los contrafuertes de las antiguas Caballerizas Reales junto a los actuales Jardines de Sabatini, así como los restos del ‘camino de ronda’ del antiguo cuartel de San Gil. En este sentido, se implementará un itinerario arqueológico y se construirá un Centro de Interpretación de la cornisa monumental de la ciudad para explicar y ayudar a comprender la evolución de la ciudad muy cerca del lugar de su nacimiento.
Contará con una cafetería integrada
Asimismo, la nueva Plaza de España albergará en su interior una cafetería integrada en los jardines del entorno. Esta cafetería tendrá sala interior de algo más de 100 metros cuadrados más barra, aseos y almacenes. También contará con una terraza.
Por el momento solo se aprecia una cubierta de hormigón que va sobre una estructura metálica. Sobre ella se colocará una capa impermeabilizante que tendrá un acabado en color verde y sobre todo ello irá una estructura de rejilla en la que se pondrán plantas trepadoras con flores que cubrirán todo el edificio.