De las letras a la acción, de la representación a la gran pantalla; así podría definirse la trayectoria profesional de Carolina África, una mujer que es dramaturga, guionista, directora, actriz y productora, pero, sobre todo, madrileña.
Verano en diciembre es su obra escrita y dirigida en teatro, reconocida con el Premio Nacional Calderón de la Barca 2012, y esta semana se convierte oficialmente en su ópera prima cinematográfica con su estreno en cines tras su paso por el Festival de Valladolid (SEMINCI).
1. ¿Cuándo le dan a uno el carnet de madrileño?
Cuando eres capaz de ubicar a pie el trazo de las líneas de metro.
2. ¿Qué es lo mejor de un gato? ¿Y lo peor?
Lo mejor es que tiene siete vidas para disfrutar mucho, y lo peor es que tiene que tener cuidado para que un patinete eléctrico no le quite una de las vidas.
3. ¿Dónde queda el ascensor para ir de Madrid al cielo?
La primera imagen que me viene es el Pirulí y trepando desde la Fuente del Berro donde disfruto muchas tardes jugando con mis hijos.
4. ¿Cuál es el último amanecer que ha visto o, en su defecto, el que no olvidará nunca?
No olvidaré uno en El Brillante de Atocha desayunando churros con chocolate con Bárbara Lennie y su Goya recién ganado y el camarero preguntándonos si era de mentira.
5. ¿Una alcoba en el centro, o un palacio en las afueras?
Una casa con jardín en avenida de los Toreros.
6. Desmiéntame un tópico sobre Madrid o los madrileños.
La chulería madrileña, en general, creo que se confunde con ser directos y hospitalarios.
7. Ahora, confírmeme otro.
Al paso que va la especulación con los pisos y el precio del alquiler se van a destruir barrios y comunidades de vecinos.
8. ¿Cuál es el mejor momento del año para degustar Madrid?
A mí me encanta el otoño coincidiendo con el arranque del curso.
9. ¿En qué rincón de la ciudad se cita con la nostalgia?
En el puente de Toledo que se une a Marqués de Vadillo. Viví en paseo de Pontones y caminaba mucho por allí. También se veía el Vicente Calderón que ya no existe.
10. ¿Quién es Madrid hecho carne?
Mi hijo, que tiene 7 años y se sabe el recorrido completo de más de 50 líneas de autobús.
11. ¿De qué piezas consta su día diez en Madrid?
Un desayuno rico en la terraza de la casa de América, un paseo por El Retiro viendo a Luna, el cisne negro del lago del Palacio de Cristal y una visita al Museo del Prado.
Un almuerzo en el Achuri de Lavapiés, una sesión temprana de cine en el Doré, ojear libros en la librería Central del Reina Sofía, subir a la azotea de La Casa Encendida, ver una obra de Teatro en la sala 10 de Matadero, un paseo por Madrid Río y terminar en el María Pandora bebiendo vino hasta que cierren.
12. ¿Cuál es el himno no oficial de Madrid?
Para mí el del Atleti, que soy colchonera.
13. ¿Qué vista de Madrid le hace olvidar el mar?
Contemplar un atardecer desde el Templo de Debod.
14. ¿Callos o sushi? Y, ya que estamos, ¿Lucio o DiverXo?
Los callos me dan asquete y me encanta el sushi, después… ¿Por qué elegir? Comida en casa Lucio y cena en DiverXo.
15. ¿Cuál es su rasgo más inequívoco de madrileñismo?
Soy de ‘Madriz’, con zeta.
16. ¿A quién le alfombraría de claveles la Gran Vía?
A Lola Cordón, mi abuela de Verano en diciembre y a mis hijos Sergio e Irene, y yo iría detrás tirándoles más claveles y besos.
17. ¿Hay vida más allá de la M-30?
Pues claro… yo vivo justo fuera, entre La Elipa y Ciudad lineal y se vive muy requetebién.
18. ¿Cuál es el secreto mejor guardado de su Madrid?
Que si hay alguna función de teatro imperdible, aunque esté todo agotado, si te vas a la puerta, consigues entrada seguro. Siempre falla alguien a última hora.
19. ¿Y su último descubrimiento en la capital?
El restaurante La López que está en la planta baja del mercado de Antón Martín.
20. ¿Qué vez se dejó el corazón en Madrid, como Chavela?
El día que me dieron el premio Calderón de la Barca 2012 en el María Guerrero por Verano en diciembre y a continuación representamos la obra que terminó con todo el teatro en pie varios minutos.
21. Lugar de Madrid en que ha sido más feliz
En el local que tenía con mis compañeras de la Belloch en la calle Peñuelas y en la Resad donde estudié teatro.
«El Madrid de» es una indagación, en forma de cuestionario, sobre la relación personal de vecinos o visitantes de Madrid con la ciudad. Y, quien dice la ciudad, dice del Xanadú al pico de Peñalara: que Madrid, ya lo sabemos, no es tanto un callejero como un estado mental.