Para cualquier amante de la literatura española contemporánea, Lucía no necesita de presentación. Ganadora de un Premio Planeta (por ‘Un milagro en equilibrio’), un premio Primavera de Novela (por ‘De todo lo visible y lo invisible’) y un Premio Nadal (por ‘Beatriz y los cuerpos celestes’), entre otros, Lucía Etxebarria acumula años de experiencia y una infinidad de libros ‘número uno’ a sus espaldas.
Escritora, ensayista, guionista y tertuliana, su personalidad arrolladora y sus opiniones, a menudo controvertidas, sobre temas de actualidad han hecho de ella una voz imprescindible en debates sociales y culturales. Aunque no nació en Madrid, ha hecho de esta ciudad el escenario de su vida y de muchas de sus novelas. Especialmente unida a Lavapiés, el barrio que siente como suyo, lucha por preservar su identidad y protegerlo de la gentrificación que amenaza con borrar sus raíces.
1. ¿Cuándo le dan a uno el carnet de madrileño?
Cuando esa persona se autoidentifica como madrileña.
2. ¿Qué es lo mejor de un gato? ¿Y lo peor?
Madrid es una ciudad de extremos: es una ciudad en la que la gente es extremadamente amable o desagradable cuando quiere. Por ejemplo, ir en el Metro es muy divertido porque la gente es muy abierta, hay mucha interacción entre unos y otros. En otros países como Inglaterra, Francia… la gente va en el Metro todo el rato mirando al suelo. Otro ejemplo es que cuando vas con una niña pequeña por la calle, la gente suele pararte y decirte «qué mona la niña». En cambio, en otros países la gente se ignora mutuamente. Eso sí, para lo malo, la gente es muy bruta.
3. ¿Dónde queda el ascensor para ir de Madrid al cielo?
El cielo de Madrid es excepcionalmente bonito y la frase tiene mucho sentido porque los cielos de Madrid son excepcionales. Quizás diría en la azotea de mi casa.
4. ¿Cuál es el último amanecer que ha visto o, en su defecto, el que no olvidará nunca?
El último, esta mañana. Me levanto a las seis todos los días porque para escribir tienes que estar muy concentrada y a esa hora nadie me llama. Así que a esa hora suelo mirar el amanecer adrede, para inspirarme. Hace años, cuando era más hippie, incluso hacía el saludo al sol (risas).
5. ¿Una alcoba en el centro, o un palacio en las afueras?
Un palacio en el centro (risas).
6. Desmiéntame un tópico sobre Madrid o los madrileños.
No sabría decirte…
7. Ahora, confírmeme otro.
Creo que todos los tópicos sobre los madrileños son reales.
8. ¿Cuál es el mejor momento del año para degustar Madrid?
Otoño o primavera. El verano es el infierno. Decía Pérez Galdós que en agosto Madrid es una sartén y tenía razón. Invierno es vivible, no es horrible, pero me quedo con el otoño.
9. ¿En qué rincón de la ciudad se cita con la nostalgia?
El otro día iba paseando por mi barrio, la zona de Lavapiés, que se ha gentrificado y se ha convertido en una especie de recorrido turístico, y vi uno de los pocos bares que todavía quedan en pie, A Cañada, y pensé: ¿cuánto tardará en caer?
10. ¿Quién es Madrid hecho carne?
Ayuso.
11. ¿De qué piezas consta su día diez en Madrid?
Pasear por El Retiro a primera hora cuando no hay nadie, ir al Prado, que a veces siento que la gente no valora lo excepcionalmente increíble que es, y quedar con mis amigos en nuestros bares que todavía resisten. Y voy a decir cuáles son: La Muxa de Espronceda, el bar Benteveo, la Cafetería Santa Isabel, el bar Kárdamom, la taberna Eulogio… y A Cañada. Son esos bares en los que todavía puedo encontrarme con todo mi barrio.
12. ¿Cuál es el himno no oficial de Madrid?
Cualquier zarzuela… La verbena de la Paloma.
13. ¿Qué vista de Madrid le hace olvidar el mar?
Desde la terraza del Círculo de Bellas Artes hay una vista preciosa.
14. ¿Callos o sushi? Y, ya que estamos, ¿Lucio o DiverXo?
Sushi, siempre. Y ni Lucio ni DiverXo. Yo soy de bares normales, y los defiendo mucho porque los que resisten en mi barrio son auténticos héroes. Ser autónomo en España es muy difícil y le dedican muchas horas. Así que antes de ir a Lucio o a DiverXo, me voy a mis bares de confianza.
15. ¿Cuál es su rasgo más inequívoco de madrileñismo?
El acento. Yo no he nacido en Madrid pero el acento lo cogí enseguida. Tengo un acento macarra que me intento quitar pero que cuando me enfado me sale y me da mucha vergüenza.
16. ¿A quién le alfombraría de claveles la Gran Vía?
A mi hija.
17. ¿Hay vida más allá de la M-30?
Sí. Los barrios periféricos de Madrid son fascinantes y tienen muchísima vida. Y si nos vamos fuera de Madrid ciudad… Cercedilla es hermosa, el Valle de Lozoya es de desmayo… pero claro, a todos esos pueblos tan bonitos no puedes llegar fácilmente en transporte público.
18. ¿Cuál es el secreto mejor guardado de su Madrid?
Las telas de Tejidos Paredes, si te gusta la ropa. Hay telas a dos euros. Yo me hice un traje para los Premios Goya por 130 euros. La gente me paraba y me decían: ¿quién te lo ha hecho? Y yo respondía: mi hija.
Así que cuando necesito un traje para algún evento importante, me voy a Paredes, compro las telas que quiera y le pido a mi hija que me lo haga.
19. ¿Y su último descubrimiento en la capital?
Descubro cosas a todas horas. Creo que en mi barrio hay unas iglesias espectaculares que la gente no conoce: la iglesia del Santísimo Cristo de la Fe, la Parroquia de El Salvador y San Nicolás, la Basílica de Jesús de Medinacelli…. toda esa zona, la calle Atocha y alrededores, cuenta con iglesias impresionantes.
20. ¿Qué vez se dejó el corazón en Madrid, como Chavela?
Mi corazón sigue en Madrid, no se ha ido. Ahora, ¿por qué me quedo? Muchas veces pienso en irme, y algún día me iré. Pero por el momento me quedo por mi barrio. Aunque lo están destrozando, todavía se vive muy bien.
21. Lugar de Madrid en que ha sido más feliz
Mi casa (risas). El Retiro también es muy importante para mí… y los museos de Madrid, que la gente a veces no los valora lo suficiente. Y eso que estamos al nivel de París, tenemos unos museos increíbles: El Lázaro Galdiano, el Museo del Traje, el Museo Arqueológico Nacional, el Romántico, El Prado…Si puedo dar un consejo: si estáis pensando en hacer planes con vuestros hijos, dejad de llevarles a centros comerciales que les convierten en ‘hiperconsumistas’ y llevarles a museos que, además, en Madrid, hay muchos para niños. Madrid te ofrece una vida de cultura gratuita muy grande.
