’Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida’ dice la canción compuesta por César Isella y Armando Tejada Gómez. Y, aunque han sido años de ir y venir, por necesidades laborales y de familia, el australiano Luke Stegemann ha dejado a Madrid muchas veces, pero con la promesa eterna de siempre volver a ella.
Enamorado de la capital española, el escritor, profesor e historiador cultural, acaba de publicar su libro ‘Madrid: Historia de una ciudad de éxito’ como una declaración de amor a esta ciudad y decidido a contar su historia y, por ende, la de su gente. Desde su paso por la calle Montera, subiendo por la calle Pelayo, para llegar a la icónica Ponzano, Stegemann reconoce la grandeza de Madrid a través de su cultura, su historia y sus habitantes en su nueva publicación, con su propia versión en inglés para acercar esta adorada ciudad a las personas angloparlantes.
1. ¿Cuándo le dan a uno el carnet de madrileño?
Vivir en Madrid, y vivir Madrid, es ser madrileño.
2. ¿Qué es lo mejor de un gato? ¿Y lo peor?
Prefiero no hablar de ‘peores’, así que dos ‘mejores’: su generosidad y su idioma.
3. ¿Dónde queda el ascensor para ir de Madrid al cielo?
En cualquier rincón, plaza, bar, terraza, parque, corral, mercado o parada de metro. Por decir solo algunos sitios.
4. ¿Cuál es el último amanecer que ha visto o, en su defecto, el que no olvidará nunca?
Siempre me acuerdo caminar por una Puerta del Sol desierta al amanecer un día de febrero o marzo del año 1988. Hacía mucho frío. Me paré en un kiosco a comprar una revista, donde en la portada se celebraba el bicentenario de mi país, Australia. Fue un momento muy especial, pero con un ligero toque de melancolía. Pero ojo: no quería estar en Australia. Quería estar exactamente dónde estaba, en ese amanecer.
5. ¿Una alcoba en el centro, o un palacio en las afueras?
Un palacio en las afueras, siempre.
6. Desmiéntame un tópico sobre Madrid o los madrileños.
Permítame desmentir tres: que haya mucha afición por el bocadillo de calamares; que Madrid es una ciudad sin árboles; que en Madrid hace un calor insufrible.
7. Ahora, confírmeme otro.
Que Madrid es una ciudad tremendamente acogedora.
8. ¿Cuál es el mejor momento del año para degustar Madrid?
En cualquier parte del mundo mis estaciones preferidas son las mismas: la primavera y el otoño. En Madrid, ambas son espectaculares.
9. ¿En qué rincón de la ciudad se cita con la nostalgia?
En muchos. En los mercados, en la M-30, en el Retiro, en la Puerta de Toledo, la Plaza de la Paja, en Atocha, en Chamberí, en la Castellana, en los polígonos.
10. ¿Quién es Madrid hecho carne?
Ante todo, Rosendo Mercado; pero también Poli Díaz, Clara Serra, Javier Marías, Carmen Maura, Manuela Carmena, Isabel Diaz Ayuso, C. Tangana, Alberto Ruiz-Gallardón y un largo etcétera.
11. ¿De qué piezas consta su día diez en Madrid?
Imprescindibles el Museo del Prado y el Lázaro Galdiano. Comer de menú en un polígono o zona industrial; conozco unos restaurantes baratos y maravillosos por San Blas. Atardecer en Las Vistillas o con un aperitivo en el Círculo de Bellas Artes. Luego, al teatro o al cine. Y la noche infinita de Madrid.
12. ¿Cuál es el himno no oficial de Madrid?
Para mí, Agradecido, de Rosendo.
13. ¿Qué vista de Madrid le hace olvidar el mar?
El mar está muy sobrevalorado. Me crié al lado del océano Pacífico en Australia, así que el Mediterráneo me encanta como sitio histórico, legendario… pero como mar, ni me impresiona ni me gusta. Me alegra y me llena más la sierra de Madrid.
14. ¿Callos o sushi? Y, ya que estamos, ¿Lucio o DiverXo?
Ni callos ni sushi, pero sí un buen cocido. Lucio, sin duda.
15. ¿Cuál es su rasgo más inequívoco de madrileñismo?
Aunque sea ‘honorario’, no hay orgullo más grande para mí que ser madrileño.
16. ¿A quién le alfombraría de claveles la Gran Vía?
A Beatriz Galindo, ‘La Latina’.
17. ¿Hay vida más allá de la M-30?
Muchísima, muchísima. Madrid es impensable sin su extrarradio, sus pueblos y su sierra.
18. ¿Cuál es el secreto mejor guardado de su Madrid?
La ermita de Santa María la Antigua, en Carabanchel.
19. ¿Y su último descubrimiento en la capital?
La verdad es que me gusta cada vez más explorar la sierra y la historia cultural de los pueblos de Madrid, que es riquísima.
20. ¿Qué vez se dejó el corazón en Madrid, como Chavela?
Jaja, ¿puedo confesar algo inconfesable? Es cierto que la canción es bonita, pero en general la música de Sabina me aburre.
21. Lugar de Madrid en que ha sido más feliz.
Probablemente, los años que viví en la calle Toledo, justo detrás de la Iglesia Virgen de la Paloma. Ser joven, estar enamorado y vivir en una ciudad tremendamente abierta y dinámica – fueron tiempos maravillosos.
«El Madrid de» es una indagación, en forma de cuestionario, sobre la relación personal de vecinos o visitantes de Madrid con la ciudad. Y, quien dice la ciudad, dice del Xanadú al pico de Peñalara: que Madrid, ya lo sabemos, no es tanto un callejero como un estado mental.