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Frena la despoblación en la región: crecen los municipios rurales de Madrid

El fenómeno de la despoblación lleva años causando profundas brechas entre las regiones españolas, especialmente en materia demográfica, económica y actitudinal.

Sin embargo, si bien esta tendencia a la despoblación se ha producido en todo el país, según el informe publicado recientemente por el Centro de Políticas Económicas de Esade (EsadeEcPol), entre 1996 y 2020, los municipios rurales de algunas comunidades han crecido, como es el caso de Madrid (donde la población rural ha crecido un 45%).

Aumenta la población en municipios pequeños y medianos

Por un lado, en cuanto al crecimiento de los municipios pequeños, el informe destaca que estos suelen estar en torno a la capitales y en los ejes principales de comunicación. En este sentido, en los municipios pequeños de provincias cercanas a Madrid (como Ávila, Guadalajara o Toledo), se observa un fuerte crecimiento de residentes provenientes de las grandes ciudades.

En cuanto al crecimiento de los municipios medianos, éste se debe principalmente por el auge de las áreas metropolitanas en torno a los municipios centrales de las ciudades. Las nuevas decisiones de localización de empresas y familias a lo largo de las ciudades conlleva que sean las áreas urbanas, y no los municipios administrativos, los que realmente generan crecimiento a través de sus mercados laborales locales.

Asimismo, el informe pone de manifiesto que el efecto de la pandemia ha provocado un aumento de la población en los municipios con menos de 10.000 habitantes en España, aunque esto se explica más por el freno de éxodo de los municipios pequeños y rurales de más de 60.000 personas y no tanto por la llegada de población de las ciudades a los pueblos.

La pandemia frena el éxodo rural despoblación madrid

En Madrid, el número de madrileños que se mudaron a las provincias contiguas aumentó significativamente en 2020. Fueron muchos más comparado con el resto de provincias de España.

Además, el flujo de madrileños que se mudaban a las capitales de provincia de Ávila, Toledo, Segovia o Guadalajara apenas cambió, concentrándose todo el cambio en el flujo hacia los municipios de menos de 10.000 habitantes en estas provincias. En el caso de Ávila, por ejemplo, llegaron casi 1.000 madrileños de más, una cantidad ligeramente superior a la registrada en Segovia, con 800 nuevos residentes extra en 2020, presumiblemente como consecuencia de la pandemia.

También aumentó significativamente el número de capitalinos que pasó a residir en municipios pequeños dentro de la propia Comunidad de Madrid: casi 3.000 personas extra en 2020.

De esta manera, parece que la pandemia frenó buena parte del éxodo rural, mejorando así el saldo poblacional de dichas zonas al menos durante ese año. Sin embargo, según apunta el informe, estas variaciones de población, aunque positivas, seguramente sean temporales y, en el mejor de los casos, tendrán lugar en municipios cercanos a las grandes ciudades. De ahí que no podamos pensar que la pandemia ha favorecido una vuelta hacia las zonas rurales.

Diferencias entre las zonas rurales y las urbanas

Por último, el informe de EsadeEcPol hace también hincapié en las diferencias entre las zonas rurales y las urbanas. Según su análisis, en las primeras el porcentaje de población mayor de 65 años ronda el 40%, mientras que, en las segundas, este volumen cae al 28%. En cuanto al género, en las ciudades la proporción se sitúa en 95 hombres por cada 100 mujeres, mientras que en las zonas rurales el número de varones crece hasta el 102.

En cuanto al punto de vista económico, mientras que en las zonas urbanas concentran más del 65% del empleo y son capaces de generar más del 66% del PIB español, las rurales congregan menos del 2% del empleo generando cifras similares en PIB.

El informe también detecta divergencias en cuestión de actitudes frente a las instituciones democráticas, con mayor descontento entre las zonas rurales, y en el grado de satisfacción con los servicios públicos. En este sentido, las zonas rurales se muestran menos satisfechas con los servicios sanitarios y de transporte, pero más satisfechas con la educación que las zonas urbanas.

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