El Ministerio del Interior ha garantizado que se responderá con prontitud a la petición realizada este miércoles por el Gobierno de la Comunidad de Madrid para desplegar 222 efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil con el objetivo de ayudar a que se cumplan las restricciones impuestas en varios barrios para frenar la propagación del coronavirus.
Según han explicado fuentes del Ministerio del Interior, el despliegue de estos agentes se llevará a cabo de inmediato una vez se tramite formalmente a través de la Delegación del Gobierno y el Grupo Covid-19 en el que forman parte representantes de ambas administraciones, sin que lo anterior afecte a otros servicios de seguridad y planes operativos en marcha.
Desde el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska han insistido en que el Gobierno regional puede contar con su «máxima colaboración» al igual que, aseguran, se ha hecho con otras comunidades autónomas.
Contarán con equipos de protección
Estos 222 policías y guardias civiles dispondrán de los equipos de protección homologados y necesarios para evitar contagios, pues los efectivos tendrán que llevar a cabo tareas de inspección para el cumplimiento de las cuarentenas y, si se diera el caso, tramitar las propuestas de sanción por incumplimientos dentro de las áreas con la movilidad restringida.
El vicepresidente de la Comunidad ha señalado que, además del refuerzo de policías a partir del próximo lunes, la Comunidad de Madrid pedirá también al Gobierno de Pedro Sánchez apoyo logístico militar «urgente» para instalar carpas, realizar test y desinfectar las zonas básicas de salud que sufren restricciones, al estar más afectadas por coronavirus.
En el caso de que más adelante se amplíen las restricciones a otras zonas básicas de salud, algo que podría anunciarse este viernes, el vicepresidente madrileño ha dicho que se requerirá el Gobierno central más efectivos.
Entre las medidas, el Ejecutivo regional ha incluido que se tramite una reforma exprés de la normativa vigente para incorporar 300 médicos extracomunitarios que trabajaron durante la primera oleada de la pandemia.
