Los museos del Triángulo del Arte reabrirán sus puertas a principios de junio

Los centros del llamado «Triángulo del Arte», el Museo del Prado, el Reina Sofía o el Thyssen no tienen previsto abrir sus puertas hasta el próximo mes de junio, a pesar de que las medidas de alivio en en la Fase 0 en la que permanecerá Madrid prevé la apertura de museos con un aforo máximo de un tercio y que las bibliotecas puedan reanudar los préstamos.

El Museo Nacional del Prado espera abrir sus puertas al público a «primeros de junio», tal y como han señalado a Europa Press fuentes de la institución. Según matizan, esta previsión se cumplirá cuando existan «todas las garantías», ya que hasta que no haya seguridad para los trabajadores y visitantes «no se abrirá».

Por su parte, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) ha señalado a Europa Press que la reapertura al público se producirá «a lo largo de la primera quincena de junio» y, de momento, se está trabajando en las medidas de seguridad y señalización, y a la espera de consensuar todos los aspectos con el Ministerio de Cultura y Deporte.

En el caso del tercero de los vértices del Triángulo del Arte, el Thyssen-Bornemisza,  el director gerente del museo, Evelio Acevedo aseguró a Europa Press recientemente que el «deseo» del Thyssen era abrir el centro a los visitantes el 1 de junio, una fecha que ya se ha convertido en «previsión», aunque todo condicionado al desarrollo de los acontecimientos, según precisan desde el museo.

Biblioteca Nacional
En esta línea, La Bibioteca Nacional de España (BNE) no abrirá tampoco el 18 de mayo y esperará «al menos» dos semanas, tal y como han señalado a Europa Press fuentes de la institución, que continuará fomentando el «teletrabajo».

Pese a esta decisión, el Gobierno, en la orden de Sanidad que regula la fase 1 de la desescalada que en la Biblioteca Nacional, se podría permitir ya en esta fase 1 la consulta de publicaciones excluidas de préstamo domiciliario con reducción de aforo y sólo en los casos en que se considerase necesario. Según el texto, las obras serían solicitadas por los usuarios y proporcionadas por el personal de la biblioteca y, una vez consultadas, se depositarían en un lugar apartado y separadas entre sí durante al menos catorce días. En todo caso, la colecciones en libre acceso permanecerán cerradas al público.

Agencias