Un pasillo escondido en la planta 1 de la Terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas alberga cada noche a decenas de personas sin hogar que han hecho de este rincón su refugio. Este espacio, invisible para la mayoría de los viajeros por no figurar en la señalización oficial, se ha transformado en una solución provisional ante una situación cada vez más visible y compleja.
“Aquí estamos de todo”
Una mujer de mediana edad que actualmente duerme en este pasillo señala que el perfil de personas que lo ocupan es diverso. “Aquí estamos de todo”, explica, mencionando tanto a quienes han llegado por falta de recursos como a personas con adicciones. Aunque no puede confirmar si hay solicitantes de asilo, afirma que la mayoría habla español.
Durante el día, estas personas permanecen fuera de la vista pública, pero al anochecer comienzan a concentrarse en esta zona y en otras del aeropuerto, según indica personal del recinto.
Medidas para evitar su visibilidad
Aena ha tomado medidas para limitar la presencia de personas sin hogar en las zonas más transitadas del aeropuerto. En la planta 2, especialmente en la zona de facturación, se han retirado los asientos que antes eran habituales para evitar su uso como lugar de descanso.
Un trabajador de una empresa externa comenta que, hasta hace poco, esa planta era la más frecuentada por estas personas, pero tras las quejas de algunas aerolíneas han sido desplazadas a espacios menos visibles.
Tensión nocturna y sensación de inseguridad
Según los testimonios recogidos, por la noche el ambiente se vuelve más tenso. Rosa, una de las personas que pernoctan en el pasillo, describe que “por la noche es peor”, refiriéndose a gritos e incluso conatos de peleas. Esta percepción se traslada también a los viajeros, quienes, al encontrarse por accidente con este pasillo, suelen sentirse incómodos o asustados.
Un conflicto entre administraciones
La reubicación de estas personas a un rincón escondido del aeropuerto es solo una solución provisional ante la falta de consenso entre administraciones. Ayuntamiento, Comunidad y Gobierno central se culpan mutuamente de la gestión de la situación.
La vicealcaldesa de Madrid, Inmaculada Sanz, ha acusado al Ejecutivo central de “dejación de funciones” y ha señalado que hasta cinco ministerios podrían tener competencia en la resolución del problema: Sanidad, Interior, Transportes, Servicios Sociales y Migraciones.
Desde el Gobierno de España niegan que haya solicitantes de asilo en esta situación, y trasladan la responsabilidad de ofrecer alternativas habitacionales a la Comunidad de Madrid.
Por su parte, fuentes de la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales acusan al Gobierno central de “echar balones fuera” ante su “incapacidad de gestión”, mientras apuntan que la cifra de personas sin hogar en el aeropuerto podría rondar las 500.