CSIT Unión Profesional ha donado más de 3.000 euros a la Fundación Pequeño Deseo para «mejorar» la calidad de vida de los niños con enfermedades crónicas. Un apoyo que «necesitan para que la ilusión y la alegría formen parte del tratamiento», según ha informado la organización sindical en un comunicado.
El secretario general de CSIT Unión Profesional, José Ángel Montero, ha realizado la entrega de un cheque con valor de 3.355 euros, cifra que se ha conseguido a través de la recaudación de los donativos por la venta de papeletas de la Lotería de Navidad de este año.
«El cumplimiento de un deseo genera emociones positivas que tienen un efecto enorme en el bienestar y en la manera de afrontar la enfermedad, perdurando el efecto nueve meses, como bien recogen importantes estudios acerca del tema. Por ello, el cumplimiento de un deseo supone una inyección de combustible para seguir luchando», ha asegurado el sindicato CSIT.
Por otro lado, la organización sindical ha recordado las colaboraciones que ha realizado mediante su programa ‘Implícate’, con distintas organizaciones e instituciones en diferentes obras sociales de carácter «solidario y de concienciación» entre los empleados públicos y otros trabajadores de los servicios públicos.
20 años haciendo realidad pequeños deseos
La Fundación Pequeño Deseo nace en el año 2000 como una organización sin ánimo de lucro, de ámbito nacional, apolítica y aconfesional. Tiene como labor social «hacer realidad los deseos» de niños, de entre 4 y 18 años, con enf crónicas o de mal pronóstico para darles «apoyo anímico».
En la fundación hacen realidad los deseos de niños enfermos crónicos o que tengan mal pronóstico con el fin de apoyarles anímicamente durante su tratamiento. Así, les ayudan a alejarse mentalmente de la enfermedad, al menos de forma temporal. Trabajan día a día para que la ilusión y la alegría formen parte del tratamiento y mejorar la calidad de vida de los niños.
El cumplimiento de un deseo genera emociones positivas que tienen un efecto enorme en su bienestar y en la manera de afrontar la enfermedad, perdurando el efecto 9 meses, según se desprende del Primer Estudio sobre el Efecto de las Emociones Positivas tras el cumplimiento de un deseo.
