Metro de Madrid reabrirá el próximo día 1 de diciembre la estación de Atocha de la Línea 1 del suburbano de modo que la totalidad de la línea azul del suburbano estará en funcionamiento, según han informado fuentes de la Consejería de Transportes.
De este modo, los trenes de la L1 (Pinar de Charmatín-Valdecarros) podrán efectuar parada en Atocha desde el próximo viernes tras haber estado cerrada casi cuatro meses, desde el pasado 24 de junio, debido a las obras de ampliación de la Línea 11.
La Línea 1 de Metro, la más antigua de la red metropolitana (funciona desde 1919), ha sido reformada en los últimos meses para modernizar las vías, aminorando los ruidos y las vibraciones, y para incorporar los últimos avances tecnológicos al trazado. El tramo entre Nueva Numancia y Valdecarros se reabrió el pasado 14 de octubre, mientras que la conexión entre Sol y Nueva Numancia se restableció el 27 de septiembre.
En total, se ha actuado sobre 13 kilómetros de trayecto para modernizar la que es la segunda más utilizada por los madrileños, con 82 millones de viajes en el año 2022. De esta forma, se mejora la conexión entre el norte y el sur de la capital, repartiendo de una forma más uniforme los viajeros que actualmente transitan por la línea 6 de Metro.
Así, se ha actuado sobre las instalaciones de la línea aérea y el sistema de señalización y se han llevado a cabo labores de desamiantado, todo ello reduciendo los tiempos de recorrido de los trenes, introduciendo unas mayores prestaciones tecnológicas que incrementen la fiabilidad de las instalaciones y optimizando las labores y los costes de mantenimiento de la vía.
También se ha acometido la eliminación del balasto (piedras que se colocan sobre la plataforma de la vía) y las traviesas de madera, para sustituirlos por una nueva plataforma de hormigón, renovando de esa manera los sistemas de sujeción y apoyo del carril, e incorporando como nuevos dispositivos de alta tecnología que gestionan el cruce y la ramificación de las vías. Con ello se busca reducir ruidos y vibraciones y mejorar el sistema de drenaje, lo que optimizará su conservación y reducirá las incidencias.
La estación ha estado cerrada desde el pasado 24 de junio debido a las obras para la prolongación de la Línea 11 entre Plaza Elíptica y Conde de Casal, que busca conectar el norte y el sur de la capital. Tiene un valor estimado de 500 millones de euros y constará de 6,9 kilómetros de longitud.