La Comunidad de Madrid ya ha elaborado un protocolo de uso de los nuevos test antigénicos en colaboración con «múltiples sociedades científicas» de Madrid y prevé empezar a utilizarlo la semana que viene, ya que entre este jueves y viernes habrán llegado los dos millones de pruebas compradas a Abott.
Tras cerrar el protocolo con microbiólogos, infectólogos, internistas, médicos de urgencias, médicos de atención primaria y geriatras, «la idea es empezar a usarlos la semana que viene«, ha indicado el viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19, Antonio Zapatero.
Zapatero ha comentado que el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ya ha solicitado la validación de los test en varios hospitales de España, incluidos algunos de Madrid, y ha señalado que en dos hospitales de Madrid la correlación de los resultados de los nuevos test rápidos y de las PCR en enfermos sintomáticos en los primeros cuatro días de evolución es del cien por cien.
El resultado se obtiene en 15 minutos
«Es una noticia que nos confirma su gran utilidad de diagnóstico de coronavirus«, ha recalcado Zapatero, quien ha explicado que el test detecta la carga viral con una muestra nasofaríngea que se extrae por la nariz, como la PCR, y que el resultado sale en 15 minutos, lo que supone una ventaja frente a la PCR.
Según ha indicado, con los test antigénicos se van a «ahorrar muchas PCR, entre el 30 y el 60 por ciento», lo que supone también un ahorro económico, ya que el coste de la PCR para la sanidad pública está en torno 20 a euros y los test cuestan 4,5 euros.
Otro factor a favor de los test rápidos frente a las PCR es que se está viendo que cuando esta última detecta la presencia del virus a partir del ciclo 30 lo que está detectando son restos de virus que no tienen capacidad infectiva y puede confundir, como ha ocurrido en el 35 por ciento de los positivos de las pruebas aleatorias llevadas a cabo en los barrios del sur de Madrid. En el caso del test antigénico, el resultado en ese caso sería negativo, ha señalado Zapatero.
Para el viceconsejero, los test rápidos tienen «utilidad máxima» en atención primaria, residencias de ancianos y servicios de urgencias, donde ya se han probado, aunque la distribución se acabará de definir en las próximas horas, en las que también habrá que adaptar los programas informáticos, con la previsión de empezar a usarlos el lunes.