Desde hace 45 años, todos los españoles se han acostumbrado a que el último fin de semana de octubre sea el más largo del año, mientras que el último domingo de marzo es el día más corto del año, con una hora menos.
Pero, ¿por qué? El cambio de hora se remonta a la década de los 70, con la primera crisis del petróleo, cuando algunos países decidieron adelantar el reloj para aprovechar mejor la luz natural del sol y consumir menos electricidad en iluminación.
En España este cambio horario se introdujo en 1974, aunque no fue hasta 1980 cuando la Comunidad Económica Europea -de la que España aún no formaba parte- publicó la primera directiva para poner orden sobre el tema en los diferentes países.
El efecto más inmediato del cambio de hora es que amanece y anochece una hora después, por lo que dispondremos de más tiempo de luz solar por las tardes.
De todas formas, este año será la última vez que hagamos estos cambios de hora, ya que el pasado 26 de marzo de 2019 el Parlamento Europeo decidió que hay que poner fin a esta costumbre. En este sentido, para aquellos Estados miembros que quieran mantener el horario de verano, el cambio previsto para este domingo 27 de marzo de 2021 deberá ser el último. En cambio, para los que prefieran el tiempo estándar (de invierno), el último cambio deberá realizarse el último domingo de octubre de 2021.
A la espera de la decisión de España, por el momento durante la madrugada de este domingo se cambia la hora. A las 02 horas habrá que adelantar los relojes para que marquen las 03 horas, por lo que el día tendrá una hora menos. En el caso de los aparatos electrónicos como móviles, tablets, televisores y otros dispositivos conectados a Internet, se cambia la hora de forma automática.
