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Interior del reloj de Gobernación, en la Puerta del Sol

¿Por qué cambiamos de hora?

Ha llegado el cambio de hora. La madrugada de este domingo 25 de octubre, finaliza el horario de verano. A las 03.00 horas se retrasarán los relojes y, de nuevo, volverán, a marcar las 02.00 horas en España. Así, un año más, se recuperará el horario de invierno. Y, todo ello, debido al acuerdo con la Directiva Europea del Cambio de Hora que se aplica en todos los Estados miembros.

Orígenes de la medida

Desde el año 1974, se empezó a generalizar el cambio de hora, en plena crisis del petróleo. En ese momento, algunos países decidieron adelantar el reloj en verano para así aprovechar mejor la luz del sol y consumir menos electricidad. Como directiva se aplica desde 1981 y, cada cuatro años, ha sido renovada.

Las primeras disposiciones sobre el horario de verano se remontan a 1980. Sin embargo, no fue hasta el año 2000 cuando, gracias a la mencionada directiva, quedaron establecidas las reglas que rigen su inicio en marzo y su finalización en octubre.

Tras la aprobación de la Novena Directiva por el Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión, en enero de 2001, el cambio se aplica con carácter indefinido. Así, en el ordenamiento jurídico español, la Directiva está incorporada por Real decreto 236/2002, de 1 de marzo.

De este modo, el cambio de hora se efectúa siempre el último domingo del mes de octubre en el caso del horario de invierno, cuando el reloj se retrasa una hora. Y, el último domingo del mes de marzo, se adelanta una hora el reloj para dar comienzo al horario de verano.

Reloj de Gobernación en la Puerta del Sol

Fin al cambio de hora

En febrero de 2018, la Eurocámara —siguiendo la propuesta de Finlandia— votó sobre la posibilidad de poner fin al cambio de hora. Aunque la proposición contó con 384 votos en contra y, tan solo, 153 a favor, el Parlamento Europeo se comprometió a estudiar la viabilidad del cambio de hora y abrió una consulta pública. En ella, más del 80% de los 4,6 millones de participantes, se mostraron a favor de acabar con los cambios de horario.

A pesar de que la Comisión Europea aprobó la eliminación del cambio de horario, en marzo de este año, la comisión de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo apostó por retrasar hasta el año 2021 la eliminación del cambio de hora bianual propuesto por la Comisión Europea para abril de este año.

De este modo, las capitales tendrían más tiempo para decidir si el país se queda con el horario de verano o de invierno. Algunos países ya han tomado su decisión al respecto, como es el caso de Portugal, donde han decidido continuar con el cambio de hora estacional.

La postura de España

Para tomar la decisión sobre su postura frente al cambio de hora, en España, el Ejecutivo creó una comisión de 14 ‘sabios’ para determinar la conveniencia o no de eliminarlo.  Tras la valoración, y en caso de decisión afirmativa, se decidiría qué horario era más adecuado: el de verano o el de invierno.

Casa del Reloj Madrid
Casa del Reloj de Madrid

Sin embargo, en marzo del año pasado, esta comisión presentó un informe en el que no llegó a ninguna «resolución concluyente». Justificaban su postura apoyándose en la «gran cantidad de repercusiones de impacto» que tiene esta medida en campos como el económico o el cultural.

Geográficamente, España está ubicada en el uso GMT+1 coincidiendo con la mayor parte de Europa —excepto Reino Unido, Irlanda y Portugal, que se mantienen en el UTC/GMT+0—. Desde 1940, esta adscripción de huso marca la hora oficial española, adelantada en 60 minutos a la hora universal.

En la latitud de España las horas de sol son las mismas —diez en invierno y unas 14 en verano, aproximadamente—, pero no amanece o anochece a la misma hora en el este que en el oeste. E, incluso, lleva a haber más de una hora de diferencia de un extremo al otro. Un ejemplo claro de ello es Vigo, que es la ciudad europea en la donde más tarde anochece.

Un motivo de ahorro energético

Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA), gracias al cambio de hora, el potencial de ahorro en iluminación podría alcanzar en torno a 300 millones de euros, el equivalente al 5 por ciento del total.

De esa cantidad, 90 millones corresponde al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 euros por hogar y 210 millones restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la industria.

Interior del Reloj de Gobernación de la Puerta del Sol

Por su parte, la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo, publicó en febrero de 2019 un informe en el que se puntualiza que los cambios estacionales de hora pueden producir ahorros en el consumo de energía, pero que son marginales y que no hay certeza que se obtengan en todos los estados miembros.

En España, no existen informes actualizados que permitan asegurar que el cambio de hora lleve asociados ahorros energéticos. Y, en este sentido, cabe destacar que las nuevas exigencias de eficiencia energética en iluminación, en sistemas de climatización, y en los propios edificios —así como la progresiva introducción del autoconsumo— alteran significativamente los análisis que originalmente se utilizaban para calcular estos datos.

Redacción

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