El 96,8% de los trabajadores de los centros sociosanitarios y el 95,6% de los mayores de las residencias de la tercera edad en la región han presentado anticuerpos tras recibir la vacuna contra el Covid-19, según los resultados preliminares del estudio de investigación SeroVac que ha realizado la Viceconsejería de Asistencia Sanitaria y Salud Pública de la Comunidad de Madrid.
El estudio se ha llevado a cabo en 44 centros sociosanitarios entre el 15 de junio y el 15 de julio de este año. En el mismo han participado 1.737 residentes, el 71% de ellos mujeres y con una edad media de 83,7 años, y 1.204 profesionales, con un 85% de mujeres y una edad media de 47 años.
Los resultados han sido presentados este viernes en rueda de prensa por el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, que ha destacado que de este análisis se puede concluir que el grado de respuesta de la vacuna en estos dos grupos de población ha sido «excelente, incluso superior a lo referido en la bibliografía».
El análisis llevado a cabo, que se repetirá en enero de 2022 para valorar la duración de la respuesta inmunológica, tiene como objetivo evaluar los niveles de anticuerpos en personas mayores que viven en residencias y trabajadores de centros sociosanitarios después de la vacunación con Pfizer.
El doctor Jesús Canora, asesor del Viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19 en Consejería de Sanidad Comunidad de Madrid, ha destacado que el estudio concluye que tras la vacunación los residentes y trabajadores han desarrollado una potente respuesta de anticuerpos neutralizantes.
Así, aquellos con historia de Covid-19 presentan una concentración de anticuerpos significativamente más alta (6 veces y 4 veces superior, respectivamente) tras la vacuna que los que no habían tenido el virus.
Finalmente, tras la vacunación se han detectado un escaso número de brotes y de personas afectadas, lo que sugiere un importante impacto en el control de la transmisión de la infección de estas personas.
En el estudio, pendiente de consolidación del análisis, se ha comparado la respuesta de anticuerpos IgG-S (anticuerpos contra la proteína Spike) en personas que han recibido la vacuna de Pfizer, con y sin historia de Covid-19 previa. Además, se analizarán otros factores relacionados con la respuesta de anticuerpos IgG-S en personas que reciben la vacuna: edad, sexo, enfermedades crónicas, entre otros. También se persigue estudiar la aparición de efectos adversos a corto y medio plazo en personas que reciben la vacuna.
El método que se ha utilizado para el estudio ha consistido en una recogida de datos básicos de filiación de cada sujeto mediante un formulario electrónico, así como el análisis de las muestras de sangre realizadas en centros sociosanitarios de la Dirección Asistencial Norte, que ha liderado el operativo, coordinándose las Unidades de Apoyo a Residencias de Atención Primaria (UAR) con equipos de los hospitales La Paz, Infanta Sofía y Cruz Roja.
Finalmente, el estudio de los niveles de IgG-S y de reactividad de IgG-N se ha hecho mediante técnica de CMIA de Abbott, en la plataforma Architect, en el Laboratorio Regional de Salud Pública.
Agencias
