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Rafael Sánchez, alcalde de Alcobendas: «Alcobendas es la tercera ciudad de España en número de facturación de empresas»

Madrid 365 ha conversado con Rafael Sánchez, alcalde de Alcobendas, sobre cómo ha afectado la crisis sanitaria al municipio y las diferentes iniciativas que han puesto en marcha para salir adelante e impulsar la actividad económica, siendo Alcobendas el tercer municipio de España con una mayor facturación de sus sociedades.

Esta ha sido una legislatura singular, en la que antes de cumplir un año nos vimos inmersos en una pandemia mundial. ¿Qué valoración hace de estos casi dos años al frente del Ayuntamiento?

R.S. Ha sido una legislatura compleja, diferente y muchas de las cosas que hemos tenido que hacer era la primera vez que se hacían en Alcobendas. Este Ayuntamiento ha sido siempre un referente en muchas cosas, pero es verdad que la pandemia, la crisis sanitaria, la crisis social y la crisis económica que se está generando con todo esto, y además «Filomena», han hecho que tengamos que ir probando cosas nuevas desde principio de legislatura.

Aun así, ha sido apasionante. Ser alcalde de tu pueblo es algo que te llena de orgullo y que lo disfrutas mucho. Hemos tenido retos bonitos con complicaciones serias y con decisiones muy, muy complejas, pero hemos ido saliendo adelante. El otro día salió una encuesta de Metroscopia en donde se trasladaba que el 65 % de los vecinos de Alcobendas estaban contentos con la gestión de la pandemia. Eso nos da ese puntito de satisfacción de que nuestros vecinos han entendido todo el esfuerzo que se ha hecho desde el pleno municipal.

¿Qué iniciativas se están tomando para impulsar la actividad en la localidad?

R.S. Hemos firmado un plan muy ambicioso que se llama Plan Reactiva. El objetivo es poner unas condiciones suficientemente buenas para que cuando la pandemia termine, la reactivación económica sea más rápida. ¿Qué es lo que nos estamos encontrando? Que esta pandemia se está alargando más de lo que parece. Estamos mejor que cuando estábamos confinados, pero el comercio minorista continúa sin poder salir adelante. El otro día estuve hablando con varias peluqueras y me contaban que si no hay eventos, pues te haces menos cortes de pelo; si haces teletrabajo, pues vas a teñirte menos veces. Al final, eso repercute… siguen trabajando pero van justas.

¿En qué medida ha afectado la pandemia al desarrollo de los proyectos que tenía para esta legislatura?

R.S. Los objetivos han cambiado. Por ejemplo, la estrategia en Servicios Sociales ha cambiado porque había mucha gente que lo necesitaba, por lo que hemos tenido que duplicar el presupuesto de servicios sociales y pasar de la transformación a paliar situaciones muy complejas.

Por ejemplo, había gente que no tenía para comer durante la pandemia, muchas personas mayores de 80 años solas en sus hogares…  En la política nacional y la política regional todo es muy grande, pero aquí estamos hablando de vecinos y vecinas que tienen ojos, cara y nombre y que sabemos quiénes son, por lo que todo es mucho más directo.

Un proyecto que sí que hemos sacado adelante ha sido el Plan de Vivienda con 4.700 viviendas públicas en Alcobendas. Y también estamos dándole mucha prioridad al tema del asfaltado después de lo de Filomena. Estamos reordenando algunas inversiones que no eran tan urgentes para poder meterlas en el asfaltado y que el año que viene la operación asfalto sea mucho mayor de la que va a ser este año. Al final un ayuntamiento es como una casa y los alcaldes somos como los amos de esa casa. Y entonces tenemos que decidir si compramos primero el microondas que se ha roto, la lavadora o el ordenador, o si nos vamos de vacaciones una semana, o en vez de irnos una semana de vacaciones nos vamos cuatro días porque tenemos que pagar las actividades extraescolares de los niños. Esas son las decisiones que tomamos. Son decisiones muy cortas, muy, muy pegadas al terreno y por eso es tan apasionante la política local.

¿Cuál ha sido el momento más difícil en su labor como alcalde? ¿y el mejor?

R.S. El momento más duro fue el día que tuvimos que mandar a los trabajadores a casa y cerrar todos los servicios públicos. Tomamos esa dura decisión uno o dos días antes de que se confinase toda España, cuando empezamos a tener datos de que esta pandemia estaba fuera de control.

La Comunidad de Madrid todavía no había cerrado, el Gobierno de España tampoco, y algunos ayuntamientos, entre ellos el nuestro, decidimos optar por esa medida ya que había mucho miedo. Ese día fue muy complicado ya que mandamos a todo el mundo a sus casas sin ningún decreto, no había una base legal.

Por el contrario, el mejor recuerdo que tengo fue el día de mi investidura, el abrazo de mi hija. Después de dar el discurso, Claudia, que estaba en primera fila, salió corriendo a darme un abrazo. En ese momento todavía no había pandemia y había muchos abrazos posibles. Así que sí, ese día fue muy bonito.

¿De qué manera ha afectado el teletrabajo a Alcobendas?

R.S. El concepto de teletrabajo da muchísimas ventajas pero también cambia la cultura corporativa, el contacto, los liderazgos informales (que a veces son tan importantes como la propia jerarquía de la empresa), la resolución de conflictos… No es lo mismo las relaciones en persona que las virtuales.

En esta línea, el confinamiento, el teletrabajo, la pandemia… nos va a afectar mucho. ¿Cómo van a ser nuestras relaciones en un futuro? Tenemos una generación entera de adolescentes que llevan un año encerrados. No tienen apenas contacto entre ellos, clases virtuales, tienen que volver a casa antes de las 11 de la noche… en definitiva, no están aprendiendo a socializar. Y lo mismo pasa, por ejemplo, con el delivery: ahora todo el mundo pide comida online pero, ¿y las cañas de los viernes? ¿Dónde están esos momentos de socialización?

Hay una pandemia que no es la del virus y que también me preocupa mucho que es la pandemia de la soledad. En las ciudades cada vez hay más gente sola, y ya no solamente mayores, viudos o viudas. Estoy hablando de la gente de nuestra edad, que se han divorciado, que los niños se han ido de casa y que de pronto se encuentran solos con 45 años. Y esto ya no es como antes que salías a la plaza del pueblo y conocías a todo el mundo, ahora las ciudades son muy solitarias, y la pandemia lo está potenciando. Veremos hacia dónde vamos… 

Se han adelantado las elecciones autonómicas, un Gobierno con el cual los municipios deben trabajar coordinadamente ¿Cómo afecta esto a su ayuntamiento?

R.S. Mucho. Muchos de los proyectos que estaban pendientes de los presupuestos regionales o de decisiones regionales se van a ver ralentizados. En mi opinión, en estos momentos en medio de una recuperación económica incierta y de una pandemia sanitaria complicada, adelantar las elecciones es una irresponsabilidad. La Comunidad necesita un gobierno fuerte, cierto, y que plantee soluciones sin estar en la confrontación política y partidista de unas elecciones.

¿Qué le pediría al nuevo Gobierno de la Comunidad?

R.S. Tenemos un problema estratégico evidente que es la conexión entre Madrid capital y Alcobendas por carretera y por transporte público. Necesitamos un bus, un bus VAO y un carril bus y para resolver ese problema de acceso a nuestra ciudad la Comunidad de Madrid y el Gobierno tienen ponerse de acuerdo.

También les pediría un plan de reactivación económica. Es decir, después de esta pandemia, de esta situación sanitaria, va a venir un problema económico grave. Necesitamos tener un proyecto de comunidad autónoma importante. En este sentido, creo que la relación institucional tendría que estar por encima de la situación partidista, por lo que yo pediría un mayor acercamiento a las estrategias para poder resolver entre todos, entre las tres administraciones (la local, la regional y la nacional) los problemas que van a sufrir los madrileños del futuro.

Por último, ¿Qué le gustaría que los demás madrileños conocieran de su municipio?

R.S. Alcobendas es la tercera ciudad de España en número de facturación de empresas. Solamente nos adelanta Madrid capital y Barcelona. Nuestro potencial económico es altísimo y la calidad de vida es muy alta también.

Alcobendas es una ciudad para vivir, una ciudad a escala humana, con servicios públicos de muchísima calidad y en donde la solidaridad entre vecinos todavía existe. Hace unos días, Gabilondo, que espero que sea el nuevo presidente de la Comunidad de Madrid, hablaba de los espacios de encuentro. Explicaba que si la gente habla entre ellos, se solucionan mucho mejor los problemas. Pues eso es lo que intentamos hacer también aquí con los vecinos. Creo que esa es la solución para que las ciudades sean más fáciles de convivir.

Redacción