Con el verano apenas iniciado, la Comunidad de Madrid ya ha registrado varias alertas por altas temperaturas que incluso han obligado a cerrar el parque de El Retiro. Ante esta situación, cada vez más madrileños buscan alivio en la Sierra Norte, un enclave natural donde el termómetro parece suavizarse entre caminos sombreados, bosques húmedos y saltos de agua.
A tan solo 70 kilómetros de la capital, este entorno abarca los valles del Lozoya, la Sierra del Rincón, la Sierra de la Cabrera y el Valle del Jarama, ofreciendo un amplio abanico de rutas senderistas para todos los niveles.
Hayedo de Montejo, un clásico protegido
El Hayedo de Montejo es una de las rutas más emblemáticas. De apenas dos kilómetros, esta senda transcurre entre las hayas de un bosque declarado Patrimonio Natural de la Humanidad. Su microclima, alimentado por el valle del Jarama, conserva una frescura norteña ideal para los días más calurosos. Es imprescindible reservar con antelación, dado que el acceso está regulado.
Senda del Sestil del Maíllo y Mojonavalle
Con 7,6 kilómetros de recorrido circular, esta ruta parte desde el puerto de Canencia y permite disfrutar de un entorno cambiante, con pinares, hayedos y zonas húmedas que se transforman con cada estación. La dificultad es moderada, lo que la hace accesible para una caminata relajada en familia.
Dehesa Bonita: un rincón poco conocido
En Somosierra, la Dehesa Bonita es una joya discreta. Con 4,4 kilómetros y dificultad baja, esta ruta serpentea entre acebos, robles, cerezos, avellanos, servales y abedules. Su baja afluencia la convierte en un paseo ideal para quienes buscan tranquilidad y belleza natural.
Chorrera de San Mamés y quesos artesanos
Desde la iglesia románica de San Mamés, una sencilla ruta de 3 km conduce hasta una cascada de más de 30 metros, conocida como la Chorrera de San Mamés. En el camino, una parada obligatoria es la quesería artesanal Santo Mamés, donde se elaboran quesos con leche de cabra del Guadarrama y vaca alpina.
Cascada del Purgatorio, entre historia y naturaleza
En Rascafría, la ruta a la Cascada del Purgatorio comienza en el Monasterio de El Paular y recorre un frondoso bosque de ribera hasta llegar a una doble caída de agua. Son unos 6 km (ida y vuelta) de dificultad moderada. En el camino, merece una visita el Puente del Perdón, del siglo XVIII, que daba acceso al molino de papel de Los Batanes, donde se imprimió la primera edición de Don Quijote de la Mancha.
Río Madarquillos: frescor y avistamiento de aves
En Horcajo de la Sierra, el sendero sigue el curso del río Madarquillos desde el área recreativa El Plantío. Fresnedas, molinos y campos de labor acompañan este recorrido lineal y sencillo, ideal para quienes disfrutan del avistamiento de aves.
Cascada del Cancho Litero, una joya oculta
Desde Villavieja del Lozoya, esta senda de dificultad media lleva hasta una cascada escondida entre rocas: el Cancho Litero. Solo visible en época de lluvias, el recorrido alterna caminos anchos y senderos pedregosos, ofreciendo un ambiente sereno y poco transitado.
Robles centenarios en Puebla de la Sierra
La Senda de los Robles Centenarios es un recorrido circular de solo 3 km que parte junto a uno de los robles más antiguos de la región. Entre árboles frutales, lavaderos históricos y un nogal monumental, la caminata termina con vistas panorámicas sobre los picos que rodean Puebla de la Sierra, como Peña La Cabra y El Porrejón.
Recomendaciones para los senderistas
Para organizar mejor la visita, los excursionistas pueden obtener más información en los centros de innovación turística de la Comunidad de Madrid, como el de Villa de San Roque, en La Cabrera.
Entre las recomendaciones básicas, destacan:
- Consultar la previsión meteorológica.
- Llevar agua, ropa adecuada, un botiquín básico y el teléfono bien cargado.
- No salirse del recorrido marcado.
- No acampar ni hacer fuego (ante cualquier incendio, llamar al 112).
- Respetar la fauna y flora local: no recolectar ni dejar residuos.