Visitar un asador es una experiencia que se debe disfrutar cada vez que sea posible. Desde el momento en que se perciben los aromas que emanan de un imponente horno giratorio, el placer comienza. Y si hay un lugar que lleva el arte de la gastronomía a otro nivel, ese es el Restaurante – Museo Mesón Cuevas del Vino, con un legado de 60 años que lo convierte en el pionero de Chinchón y uno de los restaurantes imprescindibles de toda España.
Un horno de leña para la historia
El Mesón Cuevas del Vino alberga en su bodega el horno de leña más grande de España. Con una capacidad para 90 cazuelas de asado, este horno consume 25 toneladas de leña de encina al año para ofrecer delicias como cordero y cochinillo asado. La cocina del restaurante, de 160 metros cuadrados, tiene la capacidad de servir hasta 525 comidas a la carta simultáneamente, todo gestionado por un equipo de cocina compuesto por tan solo ocho personas.
La versatilidad del horno no se limita a los asados. También es utilizado para asar los pimientos del famoso asadillo, cocinar las patatas panaderas e incluso hornear tartas y bollitos de manteca. El calor de la leña de encina no solo cocina los alimentos, sino que da vida a la historia y las tradiciones que este lugar ha mantenido intactas durante seis décadas.
Tradición sin comandas: Una herencia viva
Una de las características más singulares de Mesón Cuevas del Vino es su sistema de trabajo sin comandas escritas. Aquí, los camareros ‘cantan’ los platos que necesitan y el equipo de cocina actúa como un engranaje perfecto para preparar los pedidos. Esta tradición se remonta a los inicios del Mesón, cuando algunos de sus trabajadores no sabían leer y la comunicación debía ser verbal.
Ver el funcionamiento de la cocina un fin de semana es presenciar un auténtico espectáculo. La precisión, rapidez y coordinación que despliega el equipo es fruto de 60 años de práctica ininterrumpida, lo que les ha permitido perfeccionar un sistema que se ha mantenido fiel a sus raíces.
Un récord gastronómico memorable
En este templo culinario, donde cada plato se prepara con dedicación y esmero, destaca una cifra impresionante: 2.104 platos servidos en un solo servicio, el Viernes Santo de 1993. Este récord refleja la capacidad y la eficiencia del Mesón Cuevas del Vino, que ha perfeccionado su servicio al punto de que el tiempo medio para despachar un plato es de apenas 10 segundos.
En Mesón Cuevas del Vino, cada cazuela, cada plato, cada carrera frenética del personal y cada servicio ininterrumpido se suman a la fascinante historia de un restaurante cuyo corazón late al ritmo de las brasas. El horno de leña más grande de España, con sus 25 toneladas de encina al año, es testigo silencioso de las historias que allí se forjan día tras día. Sin duda, un lugar en el que la gastronomía y la tradición van de la mano para crear una experiencia única.