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El histórico Café Barbieri reabre con una nueva oferta gastronómica

El centenario Café Barbieri, situado en el barrio de Lavapiés, ha reabierto esta semana con una nueva oferta gastronómica, «adaptada a la actualidad», pero con «el mismo encanto» para que la ciudad de Madrid «no pierda su historia».

Este local, que tomó su nombre del antiguo Teatro Barbieri, en homenaje al músico madrileño Francisco Asenjo Barbieri, abrió sus puertas en la capital en 1902. Un lugar por donde han pasado decenas de escritores, pintores, músicos, políticos, artistas y personalidades del mundo de la cultura, «quienes compartían tertulias y encontraban inspiración en torno a sus mesas de mármol».

Un año cerrado

Tras estar un año con las puertas cerradas, el hostelero Paul Torriglia de Altolaguirre ha tomado las riendas de este café-bar para «situarle en el momento actual y seguir siendo un espacio único en el que refugiarse del acelerado pulso de la vida madrileña».

«Queremos acompañar al crecimiento del barrio de Lavapiés y para que vuelva a tener este mítico local. No hemos tocado nada porque perdería su encanto y porque las cosas antiguas nunca envejecen ni pasan de moda«, ha explicado Torriglia de Altolaguirre.

En este nuevo capítulo de su historia, el Café Barbieri busca recuperar «el encanto» de su primera etapa, devolviendo su sala principal a su imagen original, en la que se despliegan las mesas de mármol y madera y sofás de terciopelo rojo de época.

«Este local no entiende de crisis. Es un sitio emblemático y clásico en el que la gente vecina siempre ha venido. Es una apuesta arriesgada, pero hay ganas de salir, de acompañar al barrio en su crecimiento y creo que es el momento de hacerlo», ha asegurado el hotelero.

«Madrid no debe perder su historia»

Torriglia de Altolaguirre ha subrayado la «importancia» de no perder las historias que el local «había conseguido unir». El hostelero ha recordado que algunos clientes le han contado sus recuerdos familiares, como que un abuelo había trabajado de camarero o la celebración de una comunión.

«Creo que es importante que la capital siga albergando esa memoria histórica, sobre todo, que no pierda su historia. Podrán abrir otros locales, pero solo hay un café Barbieri y tiene una historia única. Por aquí pasaron Alfonso XIII y Federico García Lorca«, ha resaltado.

Asimismo, ha recalcado que el café-bar es una parada «obligatoria» a nivel arquitectónico y cultural. En este último caso, el hostelero ha señalado que en el Barbieri ha habido «un intercambio de ideas» entre artistas, músicos y otros profesionales.

Reformas del espacio

En la reforma previa a su reapertura, se han conservado todos los elementos originales del café tales como apliques, la barra, los ventanales, los espejos, las mesas y las sillas. Sin embargo, se ha realizado una mejora de iluminación para «crear atmósferas y relatos poéticos a través de la luz y el cristal».

Además de su histórica sala principal, el Barbieri cuenta con una sala contigua, ahora recuperada y actualizada, para su uso y cuya decoración ha sido renovada, «rompiendo así con el estilo centenario de la sala principal».

Un espacio que «ahora luce una estética vanguardista» mediante mobiliario de diseño y un tono anaranjado en sus paredes, que lo conecta con el momento actual y que lleva a este espacio a convertirse «en un punto de encuentro imprescindible para los amantes de la cocina italiana y de los cócteles«.

Gastronomía italiana y cócteles con nombres históricos

Otro de los cambios que ha destacado Torriglia de Altolaguirre es el nuevo planteamiento gastronómico, que ahora está vinculado con la inspiración italiana sobre la que fue fundada hace un siglo y también con el origen genovés del actual propietario.

Algunos de los platos de la nueva carta son la ‘Caponata’, un pisto de berenjenas, tomate San Marzano, apio, aceitunas y piñones; el ‘Vitello Tonnato’, servido con salsa de anchoas y alcaparra y carne de ternera; o la ‘Parmigiana de Melanzane’, una lasaña de berenjena, queso y tomate.

La propuesta continúa con la sección de pastas, que se ofrecen tanto clásicas como rellenas, por ejemplo, la ‘Amatricciana’, con pasta bavette cebolla y queso Pecorino; la ‘De la huerta’, con espagueti con verduras de temporada cocinadas; o ‘Carbonara’, espagueti clásico a la carbonara, huevo, queso pecorino y pimienta.

Además, el local dispone de una amplia oferta de cócteles y aperitivos nombrados con nombres de personajes reconocidos y que tienen una vinculación específica con el barrio de Lavapiés, como ‘Cinammon Espresso Barbieri’, ‘Lavapiés Mai Tai’, ‘Spicy Margarita’ Gloria Fuertes, ‘Sabina’ Bourbon Sour’, ‘ Negroni García Lorca’ o el ‘Bloody Mary de Alfonso XIII’.

También se suman diferentes propuestas para degustar a modo de aperitivo como ‘El increíble vermouth Barbieri’, el ‘Quijote Spritz’, el ‘Spritz Castizo’, o ‘The June Spritz’. Todo ello acompañado de música para «crear una atmósfera que invita a disfrutar de una velada única en un espacio cargado de historia».

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