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Cinco pueblos para visitar en el puente de mayo

El mes de mayo arranca con uno de los puentes más largos y apetecibles del año en la Comunidad de Madrid: el jueves 1 de mayo se celebra el Día del Trabajador y el jueves 2 es festivo por el Día de la Comunidad de Madrid, conmemorando el Levantamiento del 2 de mayo de 1808 contra la ocupación francesa. . Esto convierte el puente en una ocasión ideal para hacer una escapada de hasta cuatro días.

Con el buen tiempo como aliado, es el momento perfecto para descubrir algunos de los pueblos más bonitos y con más encanto de la región. Historia, naturaleza, tradición y buena gastronomía sin necesidad de salir de Madrid. ¡Aquí van algunas ideas para inspirarte!

Alcalá de Henares

Alcalá de Henares es una joya histórica declarada Patrimonio de la Humanidad que te transporta directamente al Siglo de Oro español. Pasear por su casco antiguo es revivir la época de Cervantes, con su casa natal convertida en museo, y visitar la impresionante Universidad de Alcalá, una de las más antiguas de Europa. Cada rincón cuenta una historia, desde sus plazas empedradas hasta sus conventos centenarios.

La ciudad ofrece una combinación perfecta de cultura y gastronomía. En la calle Mayor, una de las calles porticadas más largas de España, puedes disfrutar de tapas en terrazas mientras te da el sol. Además, durante el puente de mayo suele haber eventos culturales, exposiciones y visitas teatralizadas en las que merece la pena detenerse.

Para los amantes de la naturaleza, Alcalá también ofrece el Parque Natural de los Cerros, ideal para rutas de senderismo o paseos en bicicleta con vistas al río Henares. Que, por cierto, ha experimentado un aumento significativo en su caudal debido a las lluvias recientes. Un plan completo que combina historia, cultura, naturaleza y buena comida, ideal para una escapada de un día o incluso para quedarse una noche.

Para llegar a Alcalá de Henares desde Madrid, lo más cómodo es ir en coche por la A-2 (Autovía de Zaragoza), tomando la salida 23. En unos 35 o 40 minutos estarás en pleno casco histórico. Pero si prefieres el transporte público, es aún más fácil: puedes coger un tren de Cercanías desde Atocha, Chamartín o Nuevos Ministerios en las líneas C-2 o C-7, que te dejará en el centro de la ciudad en unos 40 minutos. También hay autobuses interurbanos desde Avenida de América (línea 223), con salidas frecuentes.

Patones de Arriba

Patones de Arriba es uno de esos pueblos que parecen sacados de un cuento. Sus casas de pizarra negra, calles estrechas y vistas a la Sierra de Ayllón lo convierten en uno de los destinos más pintorescos y fotogénicos de la Comunidad de Madrid. Pasear por sus callejuelas es descubrir la arquitectura negra y el encanto de lo auténtico, sin prisas y rodeado de naturaleza.

Además de su belleza, Patones es perfecto para los amantes del senderismo. Desde el propio pueblo parten rutas que atraviesan montes y cañones, como el popular camino hasta el Pontón de la Oliva, una antigua presa con un paisaje espectacular. Si prefieres algo más relajado, puedes simplemente sentarte en una terraza con vistas a la montaña y disfrutar del silencio.

Durante el puente de mayo, el pueblo suele estar animado pero sin agobios, y es un momento perfecto para desconectar del ruido urbano. Eso sí, se recomienda llegar temprano, ya que el acceso en coche es limitado y suele haber bastante demanda. Ideal para una escapada rural con mucho encanto.

Llegar a Patones de Arriba es ya toda una pequeña aventura, pero vale totalmente la pena. Si vas en coche, toma la A-1 (Autovía del Norte) hasta la salida 50, y sigue por la M-102 en dirección a Torrelaguna y luego Patones. Desde el centro de Madrid tardarás cerca de una hora. Si prefieres el transporte público, puedes coger el autobús 197 desde Plaza de Castilla hasta Torrelaguna. Desde allí tendrás que caminar (una ruta de subida de algo más de una hora) o tomar un taxi hasta Patones de Arriba, ya que no hay autobús directo al pueblo alto. El esfuerzo tiene su recompensa.

Pantano de San Juan en Pelayos de la Presa

El Pantano de San Juan, ubicado en Pelayos de la Presa, es el lugar perfecto para quienes buscan un plan más veraniego sin salir de Madrid. Conocido como «la playa de Madrid», sus aguas permiten actividades como el paddle surf, kayak, motos acuáticas y hasta pequeños cruceros. Además, hay zonas habilitadas para el baño con chiringuitos y zonas verdes.

La naturaleza que rodea el pantano es ideal para pasar el día en familia o con amigos. Hay áreas de picnic, merenderos, y rutas de senderismo que permiten explorar los pinares y montañas cercanas. También puedes disfrutar de una comida en alguno de los restaurantes a pie de embalse, muchos con terrazas con vistas increíbles.

En el puente de mayo, el pantano empieza a llenarse de vida con el buen tiempo, pero sin las aglomeraciones del verano. Es un plan diferente, con un aire muy vacacional, ideal para quienes buscan un día de sol y diversión al aire libre sin tener que hacer muchos kilómetros.

Para visitar el Pantano de San Juan, ubicado en el término de Pelayos de la Presa, lo mejor es ir en coche. La ruta más directa es por la M-501, también conocida como la Carretera de los Pantanos, y el trayecto te llevará alrededor de una hora y cuarto desde el centro de Madrid. Si prefieres el transporte público, puedes tomar el autobús 551 desde la estación de Príncipe Pío, que va hasta San Martín de Valdeiglesias y hace parada en Pelayos de la Presa. Desde allí, puedes caminar o tomar un taxi hasta la zona del embalse.

Chinchón

Chinchón es uno de los pueblos con más carácter de la Comunidad de Madrid, y su Plaza Mayor es su emblema. Con forma irregular y balcones de madera, esta plaza acoge desde mercados medievales hasta festivales de teatro y es un lugar perfecto para disfrutar de un vermut bajo el sol. La arquitectura castellana y el ambiente tradicional lo convierten en una visita imprescindible.

Más allá de la plaza, Chinchón ofrece un rico patrimonio: su castillo, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (con un cuadro de Goya), y varios conventos históricos que se pueden visitar. Perderse por sus calles empedradas es parte del encanto, con rincones que parecen detenidos en el tiempo.

La gastronomía es otro de sus grandes atractivos. Sus mesones y restaurantes ofrecen cocina castellana de primera, con especialidades como el cordero asado o el anís de Chinchón, famoso en todo el país. Ideal para una escapada de día completo con un plan de cultura, paseo y buena mesa.

Llegar a Chinchón desde Madrid es bastante sencillo. En coche, el trayecto dura unos 45-50 minutos tomando la A-3 o la M-311, dependiendo de tu punto de salida. Es una ruta rápida y con buen acceso. Si prefieres no conducir, puedes coger el autobús interurbano de la línea 337 que sale desde la estación de Conde de Casal. Tarda algo más de una hora, pero te deja en el centro del pueblo, muy cerca de la famosa Plaza Mayor.

Horcajo de la Sierra

En pleno corazón de la Sierra Norte de Madrid se encuentra Horcajo de la Sierra, un pequeño y acogedor pueblo perfecto para desconectar. Rodeado de montañas, robledales y prados verdes, es un destino muy apreciado por quienes buscan tranquilidad, naturaleza y rutas de senderismo.

Desde el propio pueblo parten caminos hacia parajes como el Puerto de Somosierra o el curso alto del río Madarquillos, con cascadas, molinos antiguos y paisajes de postal. Es un lugar ideal para hacer rutas suaves en familia o para más aventureros que quieran conectar con la naturaleza en estado puro.

Durante el puente de mayo, el clima ya acompaña para disfrutar del aire libre, y Horcajo es un punto de partida excelente para recorrer otros pueblos cercanos de la Sierra Norte. Sin aglomeraciones, con alojamientos rurales y un ritmo pausado, es el lugar perfecto para quienes buscan una escapada serena y revitalizante.

Para llegar a Horcajo de la Sierra, deberás tomar la A-1 (Autovía del Norte) hasta la salida 91. Desde allí, un pequeño desvío te lleva directamente al pueblo. El trayecto dura aproximadamente una hora y diez minutos en coche desde Madrid. También puedes llegar en transporte público con el autobús 191B desde Plaza de Castilla, aunque la frecuencia de paso es bastante limitada, por lo que conviene consultar los horarios con antelación y planificar bien la escapada si decides no ir en coche.

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