El Cívitas Metropolitano acogió este domingo 29 de septiembre uno de los partidos más esperados de la temporada: el derbi madrileño entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid. Este clásico, cargado de historia y rivalidad, divide a la capital española y despierta pasiones tanto dentro como fuera del campo. Sin embargo, lo sucedido durante el encuentro no se recordará por el resultado, sino por un incidente lamentable que dejó una mancha en el espectáculo.
Poco después del gol de Militao, la grada del Frente Atlético, grupo ultra más radical de la afición colchonera, protagonizó uno de los momentos más vergonzosos de la temporada. Tras una jugada en la que el portero del Real Madrid quedó expuesto ante la grada, varios objetos, entre ellos mecheros, fueron lanzados al terreno de juego.
El árbitro, Busquets Ferrer, detuvo el partido inmediatamente, y la incertidumbre se apoderó del estadio. No se sabía si el encuentro iba a reanudarse o si el Atlético de Madrid perdería automáticamente los tres puntos.
Diego Simeone criticó a Thibaut Courtois por celebrar provocativamente el 0-1 frente a la grada tras haber recibido cánticos ofensivos. El técnico argentino cree que esa actitud aumentó la tensión, que derivó en el lanzamiento de objetos y la suspensión del partido durante 17 minutos. Cuando Simeone reprendió a Courtois por su comportamiento, el portero respondió que no podía quedarse quieto mientras le tiraban cosas. Simeone consideró que si Courtois hubiera sacado rápido, la situación no habría empeorado.
Suspensión del partido durante 17 minutos
La intervención de figuras clave del Atlético, como Koke, el entrenador Diego Simeone (El Cholo) y algunos jugadores, fue fundamental para mediar con el Frente Atlético, quienes recibieron la petición de cesar los lanzamientos de objetos. El colegiado, siguiendo el reglamento al pie de la letra, pausó el encuentro durante diez minutos, consultando a capitanes y delegados antes de decidir continuar. Tal y como quedó reflejado en el acta, Busquets Ferrer actuó con firmeza, relatando el incidente paso a paso y gestionando la situación como dictan las normas.
Finalmente, el partido se reanudó con una advertencia clara: si se lanzaba cualquier otro objeto al campo, el partido se suspendería y el Real Madrid se llevaría los tres puntos. Afortunadamente, no se repitieron más incidentes, y el encuentro concluyó con un empate a uno.
Sin embargo, el partido terminó con una controversia aún mayor. Los jugadores del Atlético de Madrid se desplazaron al fondo del estadio para agradecer al Frente Atlético su apoyo, un gesto que se recibió con una estruendosa pitada por parte del resto de la afición. Muchos se preguntaron qué había que agradecer, especialmente tras un comportamiento tan inaceptable. Para gran parte de los aficionados rojiblancos, la conducta de esta facción radical ya ha llegado a un punto de no retorno.
El club ahora se enfrenta a posibles sanciones, incluida el cierre parcial de su grada durante dos o tres partidos, ya que este no es un hecho aislado. Las autoridades están evaluando el comportamiento reincidente del Frente Atlético, que ya ha sido protagonista de otros actos polémicos en el pasado. El cierre parcial parece inevitable, lo que dejaría una parte del estadio vacía durante próximos encuentros cruciales.
Una llamada a la reflexión
El incidente de ayer es un recordatorio de que la violencia y la falta de respeto no tienen cabida en el deporte. Aunque el fútbol genera emociones intensas, hay una línea que no debe cruzarse. La gran mayoría de la afición del Atlético de Madrid dejó claro que no apoyan este tipo de comportamientos, y su pitada resonó como un llamado a la reflexión para el club y su entorno.
El derbi madrileño, que siempre ha sido un encuentro marcado por la pasión, ha dejado en esta ocasión un sabor amargo. Lo ocurrido en el Cívitas Metropolitano ensombrece el fútbol y plantea la necesidad de tomar medidas firmes para evitar que estos incidentes se repitan. El Atlético de Madrid, pese a sus esfuerzos por mediar, ahora deberá enfrentarse no solo a las consecuencias deportivas, sino también a las sanciones que podrían cambiar el ambiente en su estadio durante los próximos meses.
Recordemos que el fútbol se basa en valores como el trabajo en equipo, la disciplina y el respeto, tanto para los jugadores como para la afición. Es un deporte que impulsa a mejorar y a aprender de los errores, mientras que los hinchas lo viven con pasión, pero siempre desde el respeto. La solidaridad y la inclusión son clave, ya que el fútbol une a personas de todo tipo. Además, la humildad y el Fair Play hacen que el juego sea justo. Eso sí, el comportamiento de los aficionados tiene que estar a la altura, dejando de lado la violencia y respetando siempre las reglas.
El Atlético de Madrid ha anunciado su completo rechazo a este comportamiento, «el lanzamiento de objetos», hacia el ex -guardamenta rojiblanco y actual portero del Real Madrid Thibaut Courtois durante el derbi en el estadio Cívitas Metropolitano asegurando que «está trabajando junto a la Policía para la localización de los implicados, uno de los cuales ya ha sido identificado», para aplicar las medidas correspondientes y que rige el reglamento interno del club «para casos muy graves».