polillas en Madrid

Proliferación de polillas en Madrid: por qué aparecen y cómo combatirlas

El calor ha llegado a Madrid y, por consecuente, el aumento y proliferación de polillas y otros insectos. Aunque en un principio estos insectos son inofensivos y esenciales para los ecosistemas por su función de biodiversidad y polinizadora, sí suponen una gran molestia para los hogares madrileños.

En general se les denomina ‘polillas‘ por tratarse de mariposas de costumbres nocturnas. Sin embargo, cabe destacar que no tienen nada que ver con las temidas y conocidas polillas de la ropa o de los cereales. Asimismo, todas estas ‘polillas’, igual que aparecen con la llegada de las altas temperaturas, desaparecen una vez se marchitan las plantas que les proporcionan alimento.

Según han declarado fuentes de Madrid Salud a este medio, «desde el punto de vista de salud pública no se estima riesgo relevante alguno, ni se ha procedido a realizar ningún tipo de tratamiento de control (insecticidas): son, en este caso, totalmente innecesarios y perjudiciales desde el punto de vista medioambiental, pese a la alarma que pueda generar en algunos vecinos por el tamaño de algunas de estas polillas ambientales. Son inofensivas».

Además, apuntan que «esta situación ya ha ocurrido en el pasado (años 1962, 1996, 2013…) y parece presentarse con patrones cíclicos, unos fenómenos naturales de duración limitada en el tiempo».

Una vez aclarados estos puntos, la presencia de polillas en Madrid se debe a varios factores:

  • Condiciones climáticas favorables: el aumento de las temperaturas en los meses más cálidos crea un ambiente ideal para que las polillas se reproduzcan y desarrollen. Las polillas son insectos de sangre fría, por lo que su actividad aumenta con el calor.
  • Disponibilidad de alimento: en primavera, hay una mayor abundancia de plantas y flores, que son fuentes de alimento para las polillas.
  • Luz artificial: Las polillas son atraídas por la luz artificial, y durante el verano, hay más actividades al aire libre y luces encendidas en jardines, parques y calles, lo que atrae a estos insectos.
  • Ciclo de vida: Muchas especies de polillas tienen ciclos de vida que culminan en la adultez durante los meses cálidos. La combinación de temperaturas cálidas y la disponibilidad de recursos permite que las polillas completen su desarrollo y salgan de sus larvas esta época.
  • Migración: Algunas especies de polillas son migratorias y pueden llegar a Madrid desde otras áreas en busca de condiciones más favorables para su reproducción y alimentación.

¿Por qué las polillas van a la luz?

En esta línea, si bien estos insectos no suelen incordiar durante el día, es con la caída de la tarde cuando empiezan a aglomerarse en nuestras lámparas chocando contra ellas una y otra vez. Este fenómeno, conocido como fototaxis positiva, puede explicarse por dos teorías:

  • Navegación por la luz: Una de las teorías más aceptadas es que las polillas utilizan la luz natural de la luna para navegar. Dado que la luz de la luna es paralela y constante, las polillas mantienen un ángulo constante con respecto a ella para volar en línea recta. Sin embargo, las luces artificiales (como las bombillas y lámparas) emiten luz en todas direcciones. Cuando una polilla intenta mantener un ángulo constante con una fuente de luz artificial, termina volando en espiral hacia la luz, de ahí que parezca que se choca contra ella constantemente.
  • Confusión visual: Las polillas pueden confundirse por la intensidad y proximidad de las luces artificiales. En la naturaleza, una fuente de luz intensa y cercana suele ser el sol o la luna, que están a distancias enormes. Las luces artificiales, al ser mucho más cercanas, pueden desorientar a las polillas y atraerlas de manera equivocada.

Cómo combatirlas

Por ende, la proliferación de polillas es inevitable en estas fechas. Sin embargo, estas son algunas recomendaciones que puedes seguir y que te ayudarán a reducir significativamente la presencia de polillas atraídas por la luz en tu hogar:

  • Uso de luces de baja intensidad: cambia las bombillas tradicionales por luces de baja intensidad o luces amarillas, ya que estas son menos atractivas para las polillas.
  • Uso de cortinas o persianas: mantén las cortinas o persianas cerradas en las ventanas durante la noche para evitar que la luz interior atraiga a las polillas desde el exterior.
  • Apaga las luces exteriores: apaga las luces exteriores cuando no sean necesarias, especialmente durante las horas pico de actividad de las polillas: al anochecer y al amanecer.
  • Uso de repelentes: puedes probar primero con repelentes naturales como el aceite de lavanda, cedro o eucalipto o con repelentes líquidos como este.
  • Trampas de luz UV: Coloca trampas de luz UV diseñadas específicamente para atraer y atrapar polillas como por ejemplo esta lámpara.

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