Agentes de la Policía Local de Getafe han localizado a un hombre enfermo de alzheimer al que su mujer no conseguía encontrar gracias al reloj geolocalizador, que el Ayuntamiento de la localidad ha entregado gratuitamente a través de la Casa de las Personas Mayores.
La mujer de esta persona alertó de su desaparición tras no encontrarlo en el banco donde se había quedado sentado y explicó a los agentes que su marido llevaba uno de los relojes geolocalizadores que están conectados con la Policía Local.
De esta forma, pudo ser localizado en un breve periodo de tiempo y llevado con sus familiares. El Ayuntamiento ha entregado 95 de estos dispositivos, ha informado el Consistorio getafense en un comunicado.
Zona de seguridad establecida
Este tipo de relojes permite que la Policía Local, junto a los familiares, establezcan una zona de seguridad o espacio conocido de la persona usuaria, que puede ser todo Getafe, un barrio o algunas calles.
De esta manera, si se sale de la misma se activa una notificación a los agentes, que determinarán si deben actuar de inmediato, realizar una llamada al reloj o vigilar los movimientos. También la familia puede alertar cuando no localice a su allegado.
En caso de emergencia o desorientación, el reloj cuenta con un único botón que las personas mayores podrán pulsar. El reloj llamará en primer lugar a un familiar determinado, si no es atendida la llamada, se llamará a un segundo familiar, y en último término si no hay respuesta, a la Policía Local, que podrá hablar con el usuario y en cualquier caso conocerá su ubicación exacta para actuar de inmediato.
Cómo funcionan estos relojes
La función de geolocalización también es útil para conocer el recorrido que ha podido hacer la persona en sus salidas o saber su posición exacta en cada momento, información que sólo dispondrá la Policía Local en caso de ser necesario.
Estos relojes están dirigidos a personas mayores que salen a la calle aunque puedan tener algunos indicios de desorientación. De esta manera se les ofrece seguridad tanto a ellos como a sus familiares, con un sistema que les permite seguir manteniendo su autonomía.
Se trata de personas que ya acuden a los cursos de estimulación psicomotriz de la Casa de las Personas Mayores.
