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crimen serrano

El autor del crimen de la calle Serrano no tenía licencia de armas ni denuncias por maltrato

Fernando González de Castejón, conde de Atarés y marqués de Perijaa, quien supuestamente mató este lunes a balazos en su casa de la calle Serrano de Madrid a su mujer y a una amiga de ésta, no tenía licencia de armas ni había sido denunciado por las víctimas, ha indicado la delegada del Gobierno en la región, Mercedes González.

En este sentido, González ha asegurado que todo apunta a un caso más de violencia y ha recalcado que la mujer, Gemma, no había denunciado al presunto asesino y por tanto no constaba en el sistema VioGén. No obstante, sí le constaban antecedentes de violencia doméstica con su madre y hermana, con orden de alejamiento sobre ellas puesta en 2009.

Por otro lado, la representante del Gobierno central en Madrid ha recalcado que el aristócrata en ningún momento tenía permiso de ninguna de las armas de su domicilio, donde los agentes hallaron una vitrina con bastantes armas cortas y largas, así como munición, silenciadores, ballestas y puñales. «La Guardia Civil no tiene constancia de licencia y si las recibió de herencia o donación familiar tiene que comunicarlo», ha apuntado.

No constan denuncias de vecinos por problemas de convivencia

González también ha indicado que a la Policía Nacional tampoco le constan denuncias de vecinos por problemas de convivencia o prácticas de tiro en el patio de la comunidad, algo que el lunes denunciaron algunos residentes.

La delegada del Gobierno también confirmó que fue un vecino quien vio el lunes por la mañana por la ventana de su casa un cadáver, por lo que llamó al portero Fernando y luego a la Policía, que entró en la casa. Allí se encontró a dos cadáveres en el suelo y uno en la cocina. En la primera estancia estaban el presunto asesino y su mujer, ambos con un tiro en la sien, y cerca el arma corta utilizada.

En la cocina se hallaba la amiga de Gemma, que murió por un tiro que le desconfiguró la cara. Los agentes tardaron un tiempo en identificarla, por lo que al principio creyeron que era una persona del servicio doméstico. Ella cuidaba de vez en cuando a la hija del matrimonio, una niña de 10 años que se encontraba en París a la espera de volver a España en el momento de los hechos. Ha quedado en tutela de otro miembro de la familia, ha detallado la delegada del Gobierno. crimen serrano crimen serrano

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