Torrejón de Ardoz se suma a la celebración del Día Mundial del Parkinson, que tuvo lugar este lunes 11 de abril.
Con motivo de esta jornada, el próximo 21 de abril se celebrará la conferencia ‘Avances técnicos y productos de apoyo para las personas con Parkinson’, a cargo de la neuróloga del Hospital Universitario de Torrejón, Miriam Eimil y la terapeuta ocupacional del Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (CEAPAT), del Imserso, Ángela Vigara. La cita tendrá lugar en el Centro Polivalente Abogados de Atocha a partir de las 18:30 horas.
Gala benéfica
Por último, el viernes 22 de abril se celebrará la Gala benéfica con distintas actuaciones en el Teatro municipal José María Rodero a partir de las 19:00 horas. El precio de la entrada-donativo es de 7 euros y la recaudación obtenida irá destinada a las distintas actividades que realiza la asociación en la ciudad.
Las entradas pueden adquirirse en la sede de la Asociación, situada el Centro Polivalente Abogados de Atocha, calle Londres 11B, 2ª plata, despacho 12 y en las taquillas del Rodero en horario de jueves a domingo de 18:00 a 20:00 horas y sábados y domingos de 12:00 a 14:00 horas. También a través de la web: www.giglon.com. Además, para aquellos que no puedan asistir, pero estén interesados en colaborar hay una fila 0. Números de cuenta ES60 2100 5525 05 2200074882.
Día Mundial del Parkinson
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró en 1997 el 11 de abril como Día Mundial del Parkinson, coincidiendo con el aniversario del nacimiento de James Parkinson, neurólogo británico que en 1817 describió lo que en aquel tiempo llamó Parálisis Agitante y que hoy en día conocemos como Enfermedad de Parkinson. Se trata de un trastorno crónico degenerativo que afecta al sistema nervioso central y más concretamente a las áreas del cerebro encargadas de coordinar y controlar la actividad, el tono muscular y la motricidad. Actualmente, no tiene una curación definitiva, aunque muchos medicamentos y tratamientos ayudan a que el paciente tenga una mejor calidad de vida. Su evolución es lenta y progresiva y no se considera una enfermedad hereditaria.
