El Ayuntamiento de San Martín de Valdeiglesias ha renunciado al izado de la Bandera Azul otorgada al pantano de San Juan y limitará el acceso a este enclave, al que solo podrán acceder aquellos que vayan a realizar actividades náuticas permitidas, siempre con cita previa.
Así lo ha indicado la regidora del municipio, Mercedes Zarzalejo, a raíz de la gran afluencia de visitantes el pasado domingo tras decaer el estado de alarma.
La alcaldesa ha subrayado que el domingo a primera hora la carretera M-501 estaba «prácticamente colapsada» de coches tratando de llegar a las zonas estanciales del pantano de San Juan.
El Ayuntamiento sospechaba que acudirían visitantes, no solo a la zona con la Bandera Azul sino también a la zona del embalse de Picadas, y por ello se confeccionó un dispositivo de refuerzo con Guardia Civil, Policía local y Protección Civil para supervisar la afluencia de personas.
Sin embargo, la situación «desbordó» esas previsiones y los dispositivos «no dieron abasto», comprobando que muchos ciudadanos no respetaban la prohibición de bañarse en lagos y pantanos.
«Pese a la gran labor y colaboración con la Guardia Civil, fue imposible controlar el volumen de personas, que además venían sin decisión de retrotraerse y si no podían acceder por el atasco les daba igual».
Acceso con cita previa al pantano de San Juan
La idea del Ayuntamiento era seguir promoviendo usos permitidos en este enclave natura, pues «hay mucho más que las playas», pero con lo ocurrido el fin de semana van a limitar el acceso exclusivamente a las actividades permitidas: navegación y deportes náuticos.
Así, se pedirá a los visitantes que entreguen la documentación que acredite que van a realizar esas actividades y la cita previa de haberlas contratado con empresas que prestan dichos servicios.
«En el pantano había gente bañándose y gente acampando con plena normalidad y a sus anchas, a modo de camping, a pesar de que en toda la zona se han puesto avisos de que los accesos a la zona estaban restringidos. Me ha parecido increíble», ha confesado la regidora recalcando que, aunque desean que se potencie el turismo, la situación de pandemia obliga a ser «cautos».
