El Hospital La Paz de Madrid participa en el ensayo clínico con voluntarios de la vacuna contra el Covid-19 ‘Ad26.COV2-S‘, de la compañía Janssen, junto al Hospital de la Princesa y el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Santander.
Según ha compartido el médico especialista en Farmacología Clínica y coordinador de Ensayos Clínicos del Hospital La Paz, Alberto Borobia, se trata de un proyecto en el que España participa junto a Alemania y Bélgica y al cual aportará 190 voluntarios sanos de los 550 voluntarios que tomarán parte en el ensayo clínico.
Así, el Hospital de la Paz hará pruebas con 75 voluntarios, de los cuales 50 son adultos sanos de entre 18 y 55 años de edad y 25 son mayores de 65 años. Según ha relatado el coordinador de Ensayos Clínicos del Hospital La Paz, la campaña de reclutamiento de estos voluntarios se está llevando a cabo a través de los canales del propio hospital entre los trabajadores del mismo para «facilitar las visitas posteriores del estudio».
Además, Borobia ha detallado que de estos canales, el hospital tiene una relación muy estrecha con la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, donde tienen una «fuente importante de voluntarios», y el Comité Ético ha autorizado la difusión en redes sociales en caso de no alcanzar el número de voluntarios fijado. Sin embargo, el farmacólogo ha compartido que gracias a la difusión de este ensayo clínico en tan solo 48 horas ya han preseleccionado a 154 voluntarios de entre 18 y 55 años, «por lo tanto es muy probable» que no sea necesaria mayor difusión.
Una fase temprana
El médico ha explicado que este ensayo clínico se encuentra en Fase 2-A, «una fase temprana en lo que es el desarrollo de un medicamento o una vacuna» y que en el caso de esta vacuna excluye a voluntarios que puedan estar expuestos al virus, por lo que personal sanitario de plantas destinadas al cuidado de pacientes de coronavirus no podrá participar. Según ha indicado Borobia, el objetivo de este estudio es evaluar diferentes dosis y pautas de la vacuna y determinar la más adecuada para prevenir la infección por SARS-CoV-2.
«Se busca analizar si tras la administración de la vacuna se generan anticuerpos y si estos anticuerpos son neutralizantes, aparte de otras variables inmunológicas» ha compartido el especialista en Farmacología Clínica, añadiendo que entre cuatro y seis meses después de la aplicación de la segunda vacuna «se va hacer una simulación de infección». Borobia ha explicado que esta «simulación de infección no es más que una dosis más baja de la vacuna para exponer al organismo a ese antígeno» y descubrir si se generan anticuerpos ante la infección.
Agencias