batalla naval de vallecas

La pandemia deja a Vallecas sin su Batalla Naval aunque «se seguirán mojando» desde los balcones

La pandemia del coronavirus deja a Vallecas sin su Batalla Naval, una tradición desde 1982 que se ve interrumpida por la Covid-19 pero los vallecanos «se seguirán mojando» pero desde los balcones: será el 19 de julio cuando reivindiquen «a las personas cuya labor es imprescindible».

La Batalla Naval ha tenido que ser suspendida al igual que el resto de fiestas populares madrileñas que se celebrarían de mayo a octubre pero la organizadora, la Cofradía Marinera de Vallekas, no renuncia a la utopía, como han explicado en un comunicado, y continuarán este año mojándose «en el sentido más reivindicativo del verbo» pero desde los balcones.

«Durante esta pandemia en nuestro puerto de mar hemos tejido redes de apoyo, de solidaridad, de cuidados… Porque todos y todas estamos en el mismo barco», sostiene la Cofradía, que han seguido trabajando para mantener vivo el espíritu de la Batalla Naval.

La Cofrafía pone a la venta camisetas en su «edición solidaria» cuyos beneficios irán destinados a las redes de apoyo. Se pueden comprar hasta el 30 de junio en las librerías Esquina del Zorro y Muga y en la Taberna La Frasca. Las presentan en redes sociales con el hashtag ‘#MójatePorTuBarrio’.

El año pasado, en la edición 38, la Batalla Naval de Vallecas se mojó contra el cambio climático. En 2018 lo hizo por la derogación de la Ley Mordaza y el verano anterior por el derecho al asilo.

Fue en 1982 cuando simbólicamente el mar llegó a Vallecas con su Batalla Naval, que con los años se ha convertido en una de las señas de identidad de este punto de Madrid. Como explican desde la Cofrafía, a un grupo de jóvenes que participaban en las Fiestas del Carmen se les ocurrió combatir el calor echando mano de las bocas de riego del bulevar.

De este baño improvisado surgió la reivindicación del ‘Puerto de mar para Vallekas’. Un año después se celebró ese imaginado puerto de mar, en el que participaron más de 3.000 vallecanos y vallecanas.

‘LEY SECA’ EN VALLECAS

Pero Vallecas no siempre lo tuvo fácil y la ‘ley seca’, mediante el cierre de las bocas de riego por parte de la Junta, también llegó a este puerto de mar. Desde 1991 hasta el año 2000 los problemas se sucedieron. El principal escollo es que no se establecía un espacio delimitado para celebrar la Batalla Naval.

La ‘sequía’ obligó también a darle una vuelta a la idea de la batalla Naval. Por eso en 1993 se optó por la espuma y dos años después por el agua reciclada.

En el año 2000 nació la Cofradía Vallekana, integrada por 36 organizaciones y colectivos de Vallecas que se hacen cargo de la organización de la fiesta.