El Ayuntamiento de Fuenlabrada mantendrá las ayudas económicas, vinculada a las becas de comedor, a un millar de alumnos del municipio para «garantizar las necesidades alimenticias de los niños de la ciudad» del periodo estival.
Fuentes municipales han informado de que este año «el colectivo de profesionales revisará cada caso de los atendidos durante la crisis sanitaria para seguir cubriendo las necesidades de los menores que lo necesiten durante el periodo estival«.
El programa se viene desarrollando en la ciudad desde 2013 para evitar la desprotección de los menores cuando cierran los comedores escolares, ofreciendo a las familias una ayuda económica para que los niños puedan comer en la intimidad de sus hogares y evitar los comedores sociales.
Las mismas fuentes han precisado que la situación de crisis provocada por el Covid-19 propició la puesta en marcha en marzo de «un sólido escudo social de protección familiar que ha garantizado durante este periodo la alimentación a más de un millar de menores que antes percibían las becas de comedor escolar».
72.000 euros para favorecer la conciliación de las familias
Por otro lado, el Consistorio subvencionará con 71.734 euros los programas de ampliación horaria realizados en los colegios de infantil y primaria para que las familias puedan conciliar, según ha informado el concejal del área, Isidoro Ortega.
De esa manera, los programas ‘Amanecer’ y ‘Atardecer’, a los que están acogidos la casi totalidad de los centros, permitirá que 46 colegios abran sus puertas antes del inicio de las clases y las cerrarán más tarde una vez finalizada la jornada lectiva.
El programa ‘Amanecer, el más solicitado y que el año pasado se ofreció en 32 colegios de infantil y primaria para un millar de niños, tendrá un presupuesto de 49.294 euros.
Mientras, ‘Atardecer’ contará con una subvención municipal de 22.440 euros. Catorce centros permanecerán abiertos para los escolares una vez finalizadas las clases, ofreciendo meriendas, actividades didácticas y lúdicas hasta bien entrada la tarde, según la demanda.
«El objetivo es -según indica Ortega- ofrecer a los padres una solución al problema de la incompatibilidad de los horarios escolares con los laborales. Además, rentabilizamos el uso de los colegios públicos fuera de la jornada escolar».