A Antonio González Terol (1978, Cartagena), diputado en el Congreso por el Partido Popular, le ha cambiado en muy pocos meses la vida. De ser el número 3 de esta formación política, como vicesecretario de política territorial, a convertirse en candidato a la alcaldía de Alcorcón, una ciudad que tan solo conocía por ser limítrofe con Boadilla del Monte, localidad de
64.000 habitantes en la que fue alcalde de 2011 a 2019 con dos mayorías absolutas cuando en España éstas eran una excepción. Consiguió quitar el estigma del Gürtel en ese municipio y convertirse en uno de los alcaldes más queridos de la Comunidad de Madrid por sus vecinos.
Charlamos con él en El Fermín, un conocido restaurante de Alcorcón que se encuentra a escasos metros de la sede del PP de esta localidad.
Han pasado ya 4 meses de su designación como candidato de Alcorcón. ¿Cómo ha sido este tiempo en la ciudad?
De vértigo, la verdad, pero estoy disfrutando mucho. Estamos trabajando al máximo, tanto mi equipo como yo, pero también pasándolo muy bien con los vecinos de Alcorcón, que son increíbles. Lo cierto es que he sido muy bien recibido y me hacen sentir tan acogido como querido.
¿A qué cree que se debe eso?
Bueno, no lo sé, eso se lo debería preguntar a ellos, pero entiendo que es porque en el Ayuntamiento de Alcorcón, sus responsables, hace tiempo que perdieron el contacto con lo más importante que tiene una ciudad, que son sus vecinos. Creo que, en 4 meses, con mi campaña de puerta a puerta, he charlado con más vecinos de Alcorcón y escuchado sus problemas que la actual alcaldesa en 4 años.
¿Por qué piensa que los dirigentes del Ayuntamiento de Alcorcón actúan así?
Puede haber varios motivos. El primero, la condena de la actual alcaldesa a cinco años de inhabilitación para administrar bienes ajenos de titularidad pública o privada al considerarla responsable la Justicia, subsidiariamente, de llevar a la insolvencia a la Empresa municipal de gestión inmobiliaria de Alcorcón (Emgiasa).
El segundo, falta de vocación. No se puede ser alcalde, o al menos buen alcalde, sin ésta. No sé si la tuvo en su día, pero quizás la perdió. Cuando se ve la política como una carrera profesional, y no como un servicio, todo pierde sentido, porque esto no es un trabajo normal. Una alcaldía te implica las 24 horas al día los 7 días de la semana los 365 días del año. Para mí, la alcaldía, es una opción, no una huida hacia delante. Muestra de ello es que ahora mismo doy clases en varias universidades, mi otra gran pasión, y lo hago porque me gusta y para que la gente entienda que vivo de la política pero perfectamente podría no hacerlo.
Cuando se ve la política como una carrera profesional, y no como un servicio, todo pierde sentido
Soy ingeniero industrial, y tras el cambio de presidencia que recientemente hubo en mi partido, tuve alguna que otra oferta de trabajo fuera de la política. Yo elegí venir a Alcorcón tras hablarlo con Ayuso. Me hacía ilusión volver a dirigir una ciudad, porque de la política, es lo que más me gusta, y he pasado ya por todo: director general de la Comunidad de Madrid,
diputado regional, diputado nacional, vicesecretario…
¿Por qué es lo que más me gusta?
Porque que las cosas cambien a mejor solo dependen de uno mismo. De nadie más. Y eso, cuando uno trabaja, es muy satisfactorio, porque ves la evolución gradual de una ciudad que progresa y la satisfacción que eso genera en los vecinos. A mí, eso, me llena, y me muevo por las cosas que me llenan, no por el dinero.
¿Cómo ha sido el cambio para su familia?
Pues siempre he intentado que mi vida política no les afecte. A veces, con muy poco éxito. Pero se intenta. Mis tres hijos, que ahora mismo son muy pequeños, pues me apoyan, aunque creo que nunca han sabido realmente el significado de mi trabajo, como es normal. Y, el resto de mi familia, muy contentos, porque ellos saben que el trabajo en un Ayuntamiento me hace
feliz.
¿Cuáles considera que son los mayores problemas de Alcorcón?
Pues creo que, con sinceridad, el actual gobierno municipal. Alcorcón es una ciudad con grandes servicios por parte del Gobierno central y de la Comunidad de Madrid. Tiene grandes servicios a nivel de carreteras, líneas de autobús, colegios, centros de salud…
Yo vengo de Boadilla del Monte, una localidad que no tenía Cercanías. Una localidad que no tenía pegada ninguna carretera nacional. Que tenía 2 centros de salud, sin hospital, frente a los muchos más centros sanitarios de Alcorcón. El problema en Boadilla era la falta de inversión por parte de las Administraciones Públicas superiores en la ciudad. En Alcorcón, es al revés, quien falla es el gobierno municipal.
¿Por qué?
Sencillo. En Alcorcón, para sus vecinos, los mayores problemas son la seguridad y la limpieza, dos cuestiones a las que un Ayuntamiento puede hacer frente. Un Ayuntamiento no puede poner un hospital o un tren, pero sí más agentes de Policía, invertir más en maquinaria para hacer más efectiva la limpieza de las calles o limpiar los grafitis en menos de 72 horas.
Por otra parte, otra cuestión de la que se quejan constantemente los vecinos es del mantenimiento de la ciudad, de los parques o de la jardinería, algo de lo que es solo es responsable el Ayuntamiento. Hay fuentes que llevan sin funcionar años. Alcorques sin árboles años. Aceras en mal estado años. Calzadas con baches años. Hay mucha desidia por parte del gobierno municipal, la verdad.
¿Algún otro gran problema?
Sí, el CREAA y la deuda, ambos relacionados. La construcción de este primero sepultó a Alcorcón en una deuda de 612 millones de euros en 2011 que hoy, aún, no ha pagado. Yo me he comprometido a liquidar la deuda en los próximos 4 años, porque no puede ser que los vecinos de Alcorcón sigan pagando millones de euros en intereses. Millones de euros que podrían
destinarse a parques, jardines, programación cultural, renovación de equipamientos deportivos, mantenimiento de colegios…
Me he comprometido a liquidar la deuda del CREAA en los próximos 4 años
¿Acabar con la deuda es posible sin despidos?
Claro. La reducción de costes no lleva a la eficiencia. La eficiencia, sí lleva a la reducción de costes. No es un tema de personal, es un tema de gestión. De transformación digital. De estrategia. De robotización de procesos. De prioridades. Yo quiero acabar con la deuda sin despedir a nadie, y es posible. De hecho, no estaríamos hablando de deuda del Ayuntamiento si éste hubiera sido capaz de sacar adelante un nuevo Plan General.
¿Un nuevo plan general podría acabar con la deuda en Alcorcón?
A medio y largo plazo, sí, claro, porque la actividad inmobiliaria, comercial e industrial genera el pago de tasas e impuestos al Ayuntamiento. Y, todo ello, aumentando el suelo para vivienda pública y pudiendo aprovechar estos suelos ahora en desuso para generar zonas verdes y dotar de más servicios a la ciudad.
¿El CREAA tiene solución?
El CREAA son nueve edificios. Al Ministerio de Igualdad se ha cedido uno. Por otro lado, el Ayuntamiento ha sacado un concurso para la gestión de seis de los nueve edificios por una empresa del mundo audiovisual cuyo nombre se puede consultar en el perfil del contratante del Ayuntamiento de Alcorcón, al cual se le ceden seis edificios para convertirlo en un hub audiovisual, solicitando para ello una inversión por parte de esa empresa adjudicataria de 40 millones de euros para terminar los seis edificios.
Pues bien, en la adjudicación provisional para la terminación de esos seis edificios la oferta presentada por la única empresa que se ha presentado indica que quien tiene que terminar la obra no son ellos, sino que debe ser el Ayuntamiento quien ponga 40 millones de euros. Es decir, no cumple con el objeto de la licitación. Y en segundo lugar y muchos más importante, es una empresa que tiene un capital social de 21.000 euros, una empresa con un capital social de 21.000 euros es el único licitador para la gestión, terminación y construcción de seis edificios por valor de 40 millones de
euros. Por tanto, no creo que el actual gobierno municipal tenga una solución y creo que, desgraciadamente, miente.
¿Por qué cree que miente?
Porque fueron ellos quienes hundieron a Alcorcón en la deuda por el CREEA y necesitan vender que tienen una solución a un problema que ellos mismos generaron. Pero, lejos de tener una solución, lo han agravado.
¿Por qué cree que el Gobierno municipal renunció a la llegada de la universidad Católica de Murcia al CREEA?
Sectarismo. No hay otra explicación. La Universidad Católica de Murcia propuso al Ayuntamiento de Alcorcón una inversión de 15,4 millones de euros para instalarse en el edificio CREAA. Su objetivo era establecer en Alcorcón la Universidad del Deporte más importante de Europa. Entre otros proyectos, la UCAM pretendía implantar un Campus de Alto Rendimiento Deportivo.
Este proyecto se encontraba respaldado por el Comité Olímpico Español (COE) y contaba con la previsión de generar más de 200 empleos. El macrocampus deportivo de la UCAM incluía especialidades como la Actividad Física Terapéutica o la Reeducación Física Deportiva, así como Gestión y Dirección de Entidades Deportivas, Medicina Deportiva y otras Ciencias Médicas y Motoras, Ingeniería Biomédica y Tecnologías Sanitarias, Nutrición Deportiva, Psicología Deportiva, Podología Deportiva e, incluso, Periodismo Deportivo.
Creo que este proyecto era bueno para la ciudad, porque la hubiera dinamizado comercialmente. La habría rejuvenecido. Habría hecho crecer muchos servicios en el municipio. Habría revalorizado las casas a través de los alquileres a los estudiantes. El Ayuntamiento hubiera ingresado dinero por ello. No sé, creo que, objetivamente, era una solución
real a un problema que creó el PSOE.
¿Por último, qué haría con ESMASA si fuera alcalde? ¿La cerraría? ¿La privatizaría? ¿Realizaría despidos?
Ni la cerraría ni la privatizaría, y por supuesto, tampoco echaría a nadie, al menos que hubiera motivos objetivos para hacerlo. Mejoraría tan solo su gestión. Lo he dicho antes. La reducción de costes no lleva a la eficiencia. La eficiencia, sí lleva a la reducción de costes. A ESMASA le falta optimización de rutas. Digitalización de procesos. Inteligencia artificial. Inversión en
maquinaria para dimensionar esta a la plantilla actual. Creo, con sinceridad, que ESMASA podría hacer un mejor servicio con un cambio de los responsables.
