La alcaldesa de Alcorcón, Natalia de Andrés, ha anunciado que el municipio refuerza la seguridad con un «plan específico» que durará hasta el 8 de septiembre, periodo en el que deberían haberse celebrado la Fiestas Patronales en honor a la Virgen de Los Remedios.
Las celebraciones fueron suspendidas el pasado 9 de junio «ante la incertidumbre de la situación actual por la Covid-19». Sin embargo, para evitar los «problemas» y «aglomeraciones» que ha habido en otras zonas, coincidiendo también con los días que debían haberse llevado a cabo los festejos, el Consistorio refuerza la seguridad con los agentes de la Policía local, aumentando el control y la vigilancia, al igual que la coordinación entre los dos cuerpos policiales, Protección civil y Bomberos.
De Andrés ha dicho que no solo pretenden asegurar que se cumplen las medidas antiCovid. También buscan reducir las posibilidades de que existan concentraciones de gente, dado que considera que estos días hay más riesgo de que se incumplan las normas.
El peligro de las concentraciones
«Las concentraciones no se deben producir, son muy muy peligrosas y, aunque en estas fechas a todos nos gustaría estar juntos y celebrar las fiestas de Alcorcón, no nos podemos juntar», ha recalcado, advirtiendo que existe orden de identificar a las personas que estén incumpliendo las medidas de prevención con objeto de «poner sanciones».
La primera edil ha dicho que este nuevo plan viene a complementar el de «contingencia» en torno a la Covid-19 que pusieron en marcha a principios de junio y que, entre otras cuestiones, incluía el cierre de espacios para evitar que se produjesen grandes aglomeraciones de gente para llevar a cabo botellones».
Así, entre otros sitios, se cerraron los auditorios de Los Castillos, del parque de la República y el aparcamiento del colegio Isabel la Católica. También lanzaron mensajes por megafonía desde los vehículos de Bomberos y Protección Civil llamando a la colaboración de la ciudadanía «para limitar la transmisión del virus».