Madrid 365 ha conversado con Francisco Javier Ayala, alcalde de Fuenlabrada, sobre cómo ha sido la gestión del municipio en estos dos últimos años y cuáles son las señas de identidad de esta ciudad de más de 200.000 habitantes.
Esta ha sido una legislatura singular, en la que antes de cumplir un año nos vimos inmersos en una pandemia mundial. ¿Qué valoración hace de estos casi dos años al frente del Ayuntamiento?
F.J. Creo que en esta legislatura ha habido dos momentos clave. Un primer momento antes de la pandemia, en el que se hizo un esfuerzo muy potente no solamente para seguir con los derechos sociales que protegemos desde el Ayuntamiento de Fuenlabrada, sino también en cuanto a la participación ciudadana, en cuanto a actividades en la ciudad y en relación a todo lo que tiene que ver con modernizar la ciudad.
Pero de repente llegó la pandemia y nos cambió completamente el giro y tuvimos que centrar todo nuestro presupuesto municipal en el Hospital de Fuenlabrada. Desde el principio nos pusimos a trabajar coordinadamente con ellos, con su gerencia y con el personal. Pusimos en marcha iniciativas como por ejemplo un hospital de campaña que fue ejemplo a nivel de la Comunidad de Madrid o comprar material sanitario que la Consejería no tenía posibilidades de comprarlo.
En relación a la protección social, en su momento facilitamos equipos electrónicos para que los chicos y las chicas pudieran acceder a sus clases virtuales y llevamos miles de comidas a casa de aquellas personas mayores que no podían salir.
¿En qué medida ha afectado la pandemia al desarrollo de los proyectos que tenía para esta legislatura? ¿Cuáles han variado? ¿hay alguno nuevo?
F.J. Creo que la pandemia no nos ha paralizado, porque internamente hemos seguido desarrollando toda la parte administrativa, que es muy importante en un Ayuntamiento como el nuestro. Por ello, creo que una vez las circunstancias mejoren, vamos a estar en una mejor posición con respecto a todos los fondos europeos que van a venir. Creo que vamos a ser uno de los Ayuntamientos que vamos a estar más a la vanguardia ya que tenemos mucho proyecto trabajado y sabemos trabajar con las instituciones europeas.
Probablemente después del verano, en cuanto los recursos estén disponibles, vamos a demostrar que Fuenlabrada está a la altura y es capaz de gestionar ese dinero que vendrá de Europa.
¿Cómo considera que el teletrabajo ha podido afectar o vaya a afectar en un futuro al municipio?
F.J. Si bien es cierto que en un primer momento nos tuvimos que adaptar casi por obligación al teletrabajo, también creo que, al principio, más que «teletrabajo en sí», lo que hicimos realmente fue sostener los puestos de trabajo y la gestión.
A pesar de la llegada de la pandemia, creo que todos los que forman esta administración han trabajado muy bien y han cumplido los objetivos que se les marcaron. Y desde aquí quiero agradecerles porque sé que al principio fue muy duro y, con la excusa de que no estaba regulado, terminaban trabajando muchas más horas de las que les correspondían.
Pero volviendo a la importancia del teletrabajo… creo que hemos sabido adaptarnos muy rápidamente a algo desconocido. Y ahora lo que estamos haciendo es trabajar con los sindicatos con el objetivo de crear un modelo de teletrabajo que pueda servir incluso para la empresa privada. Yo siempre digo que ni la empresa se tiene que quedar con el trabajador ni el trabajador con la empresa… Entonces, teniendo esos parámetros claros, creo que seremos capaces de establecer unas reglas del juego razonables para todos.
¿Cuál ha sido el momento más difícil en su labor como alcalde? ¿y el mejor?
F.J. Probablemente el más duro fue cuando la gerente del hospital me llamó para decirme que tenían un problema con las personas fallecidas y que por favor les echásemos una mano. Cuando todavía no estaba el Palacio de Hielo habilitado, hubo un problema serio de acumulación de personas fallecidas. Eso fue lamentable.
La gerente me decía que tenían a personas fallecidas en los pasillos y que no era solamente dramático para esas personas que habían fallecido, sino también psicológicamente para el personal del hospital. Ese momento fue un golpe de realidad muy duro.
Por el contrario, el mejor momento probablemente sea la ilusión de la gente. No es un momento en concreto, pero cuando percibo esa ilusión en los vecinos y en las vecinas me parece que es probablemente de las cosas más emocionantes. El ser capaz de generar ilusión en la ciudadanía a mí me llama mucho la atención y supongo que se debe a que hemos sido un ayuntamiento que ha dado la cara. Por ponerte un ejemplo: una de las estrategias que decidimos tomar en pleno confinamiento fue salir cada dos días aproximadamente en vídeos en las redes sociales, y eso fue tranquilizador para la gente.
Se han adelantado las elecciones autonómicas, un Gobierno con el cual los municipios deben trabajar coordinadamente ¿Cómo afecta esto a su ayuntamiento?
F.J. Creo que va a afectar de lleno. Estamos hablando de una institución como la Comunidad de Madrid, que lleva más de 20 años en manos del Partido Popular y que, desde mi punto de vista, mantiene una serie de compromisos con Fuenlabrada que no cumple.
Me gustaría hacer un llamamiento a la ciudadanía de que, en este momento, lo que tiene que hacer a la hora de votar es valorar qué es lo más conveniente para su situación personal y para su municipio. Necesitamos un centro de salud en los nuevos barrios, necesitamos infraestructuras referentes a la movilidad, necesitamos una serie de compromisos que no se han hecho desde hace más de diez años y yo creo que eso es lo que tienen que valorar los vecinos y las vecinas de Fuenlabrada.
¿Qué le pediría al nuevo Gobierno de la Comunidad?
F.J. La primera petición que le haría el nuevo gobierno es que, una vez estuviera constituido, viniera a Fuenlabrada a entrevistarse con este alcalde. Me llama mucho la atención el no haber tenido ni una sola reunión con la presidenta de la Comunidad de Madrid en estos tres años. Y me llama también mucho la atención el hecho de que no tenga en consideración a un municipio (y sus respectivas necesidades) con más de 200 mil habitantes.
Con lo cual, inmediatamente después de que estuviera constituido el gobierno, yo lo que espero es que viniera a visitarnos a Fuenlabrada o que se me convocara a una reunión para poder reivindicar aquello que se nos debe.
¿Qué le gustaría que los demás madrileños conocieran de su municipio?
F.J. Creo que en Fuenlabrada se da un fenómeno muy interesante y es el orgullo de ser fuenlabreño. A mí me encantaría que supieran que somos la ciudad en la que damos becas y ayudas a los estudiantes desde que empiezan la guardería y hasta la Universidad. Debemos ser el único ayuntamiento prácticamente de España que damos ayudas. Yo siempre digo que cuando yo iba a la universidad mis compañeros me señalaban por ser de Fuenlabrada, una ciudad que se consideraba cutre o peligrosa.
En cambio ahora cuando señalan a los chicos y chicas de Fuenlabrada es para preguntarles «¿Oye, cómo hace tu Ayuntamiento para darte 900 euros de beca para poder estudiar?» Y creo que eso, por ejemplo, es una bandera muy interesante.