A partir del 9 de noviembre, el Gobierno central dejará en manos de las comunidades autónomas la posibilidad de levantar el toque de queda. Así ha quedado recogido en el nuevo real decreto de prórroga del estado de alarma, para hacer frente a la pandemia del coronavirus, aprobado este martes el Consejo de Ministros.
El texto —que se aprobará, previsiblemente, el próximo jueves en el Congreso— señala que esta medida será eficaz «cuando la autoridad competente delegada respectiva así lo determine a la vista de la evolución de los indicadores sanitarios, epidemiológicos, sociales, económicos y de movilidad, previa comunicación al Ministerio de Sanidad«. Y añade, además, que «la eficacia de la medida no podrá ser inferior a siete días naturales».
De este modo, el confinamiento nocturno de 23.00 a 06.00 horas, decretado por el Gobierno en todo el territorio —a excepción de Canarias—. El real decreto, aprobado en Consejo de Ministros extraordinario del domingo, dejará de ser obligatorio en el momento en que entre en vigor el nuevo decreto de prórroga, a las 00:00 horas del día 9 de noviembre.
¿Cuando seguiría en vigor?
La misma norma añade que, si los gobiernos autonómicos no toman ninguna decisión respecto a su «modulación, flexibilización o suspensión», el toque de queda «conservará su eficacia, en los términos previstos con anterioridad al comienzo de la prórroga autorizada».
Además, el real decreto, aprobado este martes por el Consejo de Ministros, recoge la vigencia de seis meses que defiende el Gobierno. Incluso, tras haber recibido la petición de previsibles apoyos y oposición para consensuar un periodo menor de tiempo.
En caso de prórroga
«La prórroga se extenderá desde las 00:00 horas del día 9 de noviembre de 2020 hasta las 00:00 horas del día 9 de mayo de 2021», confirma el decreto. Además, el texto también especifica que, durante la prórroga, se mantienen las condiciones establecidas en el primer real decreto del domingo 25 de octubre.
Durante estos periodos de prórrogas, las comunidades seguirán siendo las autoridades competentes delegadas para decidir. De este modo, podrán decretar confinamientos perimetrales de sus territorios o limitar el número de participantes en reuniones públicas o privadas, por ejemplo. Y, a partir del 9 de noviembre, podrán también decidir sobre el toque de queda.
