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Biuti Bambú: «El WiZink es el sueño de cualquier artista madrileño y más si tocamos por una buena causa»

Amigos en común unieron sus destinos. Fue una noche en el Honky Tonk Bar cuando el humo de un cigarro hizo que estas dos chicas juntaran sus voces a capella. El silencio se hizo a su alrededor mientras cantaban. ¿Qué acababa de pasar? Como un nuevo fenómeno de la naturaleza, nacía Biuti Bambú: puro rock y lírico. 

La música es lo que más feliz les hace del mundo. Presentaron su primer disco en Café Comercial, uno de los lugares con más historia de la capital. Ahora, están trabajando en colaboraciones y rescatando antiguas letras para añadirle su melodía. La receta de su éxito: fluir en la amistad y el amor. Asertivas y resilientes, así definiría yo a Clara Alvarado e Ichi Segovia. Conoce a Biuti Bambú en La Azotea de Madrid 365.

Definid Biuti Bambú

Clara (C.A): Biuti Bambú es una ventana a la vida, a la luz, a la felicidad, a hacer lo que te apetece. Pase lo que pase y llegue donde llegue.

Ichi (I.S): Biuti Bambú es un grupo de amigos en el que estamos aprendiendo muchísimo del camino que recorremos en esta industria a través de canciones que representan momentos vitales.

Definíos la una a la otra en una frase

I.S: Clara es una persona muy humana, talentosa, buena e inteligente. Cuida en exceso de los demás y se compromete con todo lo que pasa a su alrededor. Clara es fiel con su gente y más si la necesitas.

C.A: Ichi tiene tantas virtudes como talentos. Es pasional, se implica en todo al 100%. Es increíble con sus amigos y, con los nuevos, es unión y oportunidades. Crea familia allá donde va. Ichi es sinónimo de amistad incondicional. 

¿Qué sentís al subir al escenario?

I.S: Subir al escenario es emoción pura. Adrenalina, como cuando te subes a una atracción. Siempre hay nervios antes por la responsabilidad que conlleva pero cuando estás ahí arriba es terapia, agradecimiento a quienes lo han hecho posible, emoción y felicidad.

C.A: Estás llena de energía y esa sensación de ir soltando, como de ir relajándote y disfrutar… todo sale y fluye con energía y adrenalina. Es emocionante. 

¿Tenéis algún ritual?

Cantamos alguna canción que nos libere, cervecita, bajo la petición “tráeme un tercio” o chupito de tequila, un abrazo todos juntos, nos ponemos en fila y… ¡a fluir! 

Ichi, siempre has estado al otro lado, organizando, ¿cómo ha sido el salto al escenario?

Pues tener bandas de versiones me ha ayudado a generar tablas. Al hacer canciones de otros no era tanta responsabilidad, no te lucras de ello. Canciones que conoce todo el mundo y disfrutas. En cambio, Biuti es algo nuestro, no lo hubiera conseguido sin Clara. Ella tiene mucha trayectoria en unas cosas, yo en las otras y nos empastamos muy bien. Hay equilibrio.

Y… ¿cuándo fue la primera vez que no cantaste de espaldas?

Cantaba de espaldas porque me daba muchísima vergüenza. Me ponía de espaldas y en las pantallas de atrás. Me decían “no vale”. Y la primera vez fue en el karaoke de Kapital, con Sueña de Luis Miguel.

Clara ¿tu salto a la gestión y producción qué tal va?

C.A: Producción, gestión, papeleo, organización…Me he puesto al día, sí. Hay que encontrar el equilibrio entre la gestión y la parte creativa. La parte creativa no puede morir. Me he metido al fango con todo y me ha venido muy bien para proyectar, organizar, promocionar… El mundo del marketing.

I.S: La parte racional toma más tiempo que la creativa. Ser una banda es tener tu propia empresa, ser emprendedor.

¿Qué canción es vuestro ID?

C.A: Hay una que nos gusta mucho de Rozalén, Y Busqué, que habla de buscar fuera lo que en realidad tienes dentro. 

I:S: Y la nuestra de Solo quiero estar contigo. Me representa. Decir a la gente que quiero estar contigo y que me gusta. 

C.A: Y normalizar si no contestas o si no estás con ellos. 

I.S: Sí, quiero estar contigo pero no todo el rato.

¿Qué debe tener una canción para que os guste?

I.S: Una buena letra, es importante e inspirador. Los detalles también, cada vez nos fijamos más en la parte de producción, en los arreglos. Esos pequeños detalles, que no percibe todo el mundo, marcan la diferencia. 

C.A: Y yo diría también el trabajo armónico, coral e instrumental. Para mí, las épicas, tipo África de Toto. Esas que te ponen los pelos de punta por sus acordes y armonías, percusiones tribales que sobresaltan el corazón. Nos gustan las canciones enraizadas.

¿Creéis que se ha perdido esa magia?

I.S: El público se queda mucho más con la parte electrónica, los sonidos creados, como por ejemplo el reguetón, y se está perdiendo la música tradicional. Esa canción melódica que a nosotras nos gusta.

C.A: El pop de los 2000, de los 90, tenía su sintes pero tenía su parte vocal, las melodías y los coros, el mensaje. Reconozco que como la letra no me guste no termino de conectar. Me puede gustar la producción o para bailar.

I.S: Pero no te la pones en casa.

Hay letras de canciones que luego dices, ¿y esto lo bailé anoche? 

C.A: Sí, justo, pero no pasa nada porque la música es así. La música es arte y por eso es libre. La música tiene mil maneras de expresarse. Nos encanta la música y todos los estilos.

Algunos casan más que otros con las personas

I.S: No hablaría de géneros, hablaría de canciones. Nosotras vamos en el coche y estamos escuchando Serrat y de pronto Saoco de Daddy Yankee y Wisin.

Es que somos una generación muy rica por lo que hemos escuchado de nuestros padres, nuestros maravillosos 90… ¿verdad?

I.S: Es que nuestra generación es la más rica en cuanto a música.

C.A: Nosotras nos sentimos súper afortunadas por lo que hemos vivido y todo lo que tenemos, que es la parte de nuestra infancia con la referencia de los 60, 70, 80 y los 90 que los vivimos, los 2000, el indie, la electrónica, el house, el techno, el dance, ahora el reguetón y el trap… Es maravilloso.

I.S: Al final hay muchas modas y la industria se posiciona en las modas, pero creo que deberíamos hacer un ejercicio, ya que tenemos un abanico tan amplio, de dar posibilidades y abrir.

C.A: Y recuperar algo si te gusta. No tener miedo a decir que te gusta algo que no está de moda.

I.S: Es como la época de los rockeros de la movida madrileña, que decían que no escuchaban pop pero se sabían todas las canciones de La Oreja de Van Gogh. Ahora no tienes miedo a escuchar a C.Tangana y Mocedades. Es todo maravilloso.

La variedad es maravillosa, la música también son personas, no tiene fronteras…

I.S: Olores, situaciones…

C.A: La música es terapia, es necesaria.

¿Qué es lo más importante de vuestro trabajo?

C.A: La comunicación, el ser fiel a lo que piensas y saber cómo decirlo de manera asertiva. Permitirte ser. Es importante darse espacio para poder florecer y que la ilusión continúe porque la ilusión también cae, es una montaña rusa. 

I.S: Y remar todos en la misma dirección, si no se hace, el proyecto no va a buen puerto. En esta industria se huele cuando estás inseguro o no estás al 100%  porque estamos muy expuestos y más con las redes sociales. Nosotras hemos optado por estar cuando hay que estar.

C.A: No hay que estar en todo porque sí y, si estás mal, normalízalo. Escúchate. Déjate ser. Mantente fiel y firme a ti para que tu sana burbuja de protección se conserve, porque si no lo haces te corrompes. No te sabotees como artista. Estar en la búsqueda constante con tu identidad, con lo que sientes, con lo que vibras. Hay que respetarse mucho como artista, aunque es difícil porque hay una delgada línea entre respetarte e idolatrarte.

I.S: Los egos…

¿Os habéis encontrado con muchos “egos”?

Sí. Pasamos palabra. 

C.A: Hay una autopercepción de algunas personas que es para decirles «sé realista, mira para dentro». Está genial sentirse orgulloso de los logros de uno, pero no sentirse mejor que nadie. La humildad. 

I.S: Hay un documental en Netflix, estoy muy pesada con este tema pero es que me está cambiado la vida, This is pop, que está muy bien para tratar de entender el éxito y los egos y no-egos.

C.A: De hecho, en nuestro estudio, cuando entramos a grabar hay un cartel que dice “A partir de esta puerta el ego se queda fuera, la claqueta es tu único Dios”. Al final somos personas, un artista no es más que un profe, un administrativo, un periodista… lo que pasa que por la fama se tiende a idolatrar, pero somos todos personas, humanos, no somos diferentes.

¿Has sentido alguna vez que la Clara actriz le ha quitado protagonismo a la Clara enfermera?

C.A: La verdad es que no. Siempre he intentado ser muy fiel y sincera conmigo misma, para bien y para mal. Sé de donde vengo, de un pueblo de Extremadura, sé de la familia que vengo, los amigos que tengo y los que están por llegar bienvenidos serán. Nadie es más que nadie y el éxito es una recompensa que hay que agradecer, pero no te tiene que hacerte sentir superior. El éxito es maravilloso, pero éxito tenemos todos en la vida, no está ligado únicamente a los que están en la pantalla o expuestos al público. 

Algún familiar, alguna vez me ha reconocido, pero mis abuelitos están con demencia, deterioros cognitivos, psiquiátricos… Yo soy una trabajadora más. Empecé siendo menos de cero, llegué a un lugar lleno de profesionales, yo no tenía experiencia. Iba a aprender porque hacía falta y ahora trabajo con personas a las que tengo que cuidar. A partir de la puerta del hospital mis pacientes son mi único Dios.  Que no les falte nada es mi objetivo. Me enfoco en ellos y me gusta, me siento realizada y lo que hay fuera del hospital no me importa. El juicio muchas veces viene de fuera y no de uno mismo. Muchas veces se piensan que por haber salido en algo eres una persona ególatra de entrada, y es como… “conóceme primero”. 

Ichi, ¡tu te pusiste a ejercer de coach!

Sí, había terminado justo cuando pusieron la plataforma en pandemia para ejercer con personas que estaban solas en casa y fue una gran oportunidad como profesional, además de que me vino muy bien. Ayudar a los demás es una experiencia maravillosa. Ahora esa parte de mi está parada porque he decidido priorizar y organizarme en vez de hacer todo a la vez. Dedicarme a la música un tiempo y después compaginarlo con el coaching es lo que más feliz me haría.

Ayudáis a las personas en todas vuestras facetas: cantante, enfermera, coach…

I.S: A Clara y a mí nos encantan las personas y poder relacionarnos o ayudar. Me hace muy feliz demostrarle a la gente que tiene sus propias herramientas para ser feliz y mejor personas. 

C.A: Hacer sentir. ¡Siente, estamos vivos! Aquí, hoy y ahora. ¡Vamos a vivir!

Con tanta vida profesional, ¿Cómo compagináis con la personal?

I.S: Tenemos unas parejas maravillosas que aceptan nuestra profesión y que pasemos tiempo fuera, pero también nos tenemos que proponer dedicarles tiempo de calidad porque si no no terminas de desconectar. 

C.A: Y darte tu espacio de verdad, para estar con mi pareja, sola, con mis perros, con mis padres, con una amiga.. en casa. Hay que buscar el hueco, es complicado porque a veces estás frustrada, sin energía, pero es bonito que la gente que te quiere esté ahí, te sostenga y se alegre por ti. Nos gusta rodearnos de personas que suman. Y aprender de quien nos resta y aporta toxicidad.

Clara, ¿qué significado tiene “Peces de Ciudad” de Ana Belén para ti?

Es una letra complicada. Es una canción que cuenta cómo nos sentimos a veces presos en nuestra zona de confort cuando somos libres. Tenemos un camino por recorrer y, sentirte atrapado en esa pecera que es la ciudad, es una sensación. ¡Hay que ser valiente! No te dejes minar por las cosas que te restan, saca tus agallas. Date tu oportunidad y sé libre.

¿Cuál ha sido el lugar más raro en el que os habéis inspirado?

I.S: Montando en BiciMad. La bici me inspira muchísimo.

C.A: En una sala de casting. Estás con la cabeza en la prueba, se supone, pero de repente se te va y llega la inspiración. 

Ahora que hablas de casting, ¿cómo compaginas la música con el arte dramático?

C.A: Con organización y mucha salud mental. No dejándome llevar por el estrés y la ansiedad, aprendiendo a decir que no y otras veces que sí. Un equilibrio entre la parte pasional y racional. Algo en exceso no es bueno.

¿Qué tips darías para que el ritmo de Madrid no te coma?

C.A: Parar. Nos cuesta parar pero es fundamental aprender a hacerlo, en la ducha, en el campo. Parar y escucharse a uno mismo. Rebajar el ruido y no tener miedo a frenar. Nos da miedo porque parece que parar es perderse algo y más bien es invertir tiempo en tu salud mental, en tí. El miedo nos paraliza muchísimo y eso es fruto del estrés y de cómo funciona Madrid. Vamos como pollo sin cabeza, por eso, de vez en cuando, me voy a Burgondo con Ichi o a mi pueblo. Hay que bajar revoluciones.

I.S: Venir a Burgondo. Dejar el móvil, dedicarse tiempo a uno mismo. Nos da miedo perdernos cosas, pero cuando te vas fuera y vuelves a los dos años te das cuenta de que, aquí, todo sigue igual.

¿Si os digo OPEN o WiZink…?

I.S: He participado en el OPEN desde recogepelotas hasta organizadora… He vivido muchas cosas allí, de hecho, me subí a cantar con los Fesser, así que ir este año y que seamos una de las bandas es una evolución bastante buena. El WiZink es el sueño de cualquier artista madrileño, el top of the tops; y más hacerlo por una buena causa.

C.A: Es una grandísima recompensa, un regalo y estamos súper agradecidas de vivir la experiencia y poder tocar una canción nuestra. 

Y, para terminar, ¿vuestro rincón favorito de Madrid?

I.S: Me encanta el Palacio de Cristal, en El Retiro, y el Templo de Debod como grandes lugares, pero nada como cualquier sitio de Malasaña. Ir al Rastro un domingo e ir al bar de Óscar, en la Plaza del Cascorro, y tomarte algo, o un concierto en las Vistillas.

C.A: Las calles de Malasaña. Los barrios míticos de Madrid, sus calles y lo que se vive en ellos. Cuando camino por aquí es una concepción espacio-tiempo en la que me siento súper presente. Echo la vista atrás y recuerdo que llegué a Malasaña, a la residencia de monjas de la calle Fuencarral en 2008, viví dos años y medio. Es un barrio con historias y buena onda. 

I.S: Bueno, cuando volví de México y dejé su cielo gris por la contaminación, recuerdo pasear por Malasaña mirando las azoteas y el cielo y decía “Dios, ¡qué bonito es el cielo de Madrid!”.

Entonces, ¿por qué la canción Madrid?

C.A: Nos encanta Madrid a pesar de tener una canción que parece boicotearla…

I.S: Habla de saber escapar de las grandes ciudades. Es necesario. 

C.A: Madrid es un: “No te agobies. Escapa donde sea, a tu rincón.” Aunque tu rincón sea en Madrid.

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