La posteridad de las olas del Mediterráneo en el pensamiento colectivo es una consecuencia de sus pinceladas, así como la serenidad que navega en las 24 obras ejecutadas por Joaquín Sorolla exhibidas actualmente en el Palacio Real de Madrid.
‘Sorolla a través de la luz’ es una exposición que se celebra en el marco del centenario de la muerte del pintor valenciano y que, por primera vez, integra la luz de sus pinceladas con tecnología de vanguardia que no interfiere, sino que resalta la técnica del artista. Comisariada por Consuelo Luca de Tena y Blanca Pons-Sorolla, esta muestra se organiza en cuatro salas en las que el visitante se sumerge en la obra del artista de desde distintas perspectivas, formatos y distancias.
Animaciones en la obra original de Sorolla
Algunas mariposas revolotean, con cautela y delicadeza, en las obras de Sorolla que se proyectan en las multipantallas LED. En otras ocasiones son las olas las que besan la arena compacta en la orilla. Las animaciones incorporadas a las pinturas proyectadas las dinamizan, así como la melodía que acompaña las escenas, pero no llegan al punto de transformar la obra en una pieza irreconocible. Es un guiño de vida con la suficiente cautela para no entorpecer la belleza de la eterna pincelada.
En las dos salas con multipantallas LED, el visitante puede disfrutar de la proyección de obras como Saltando a la comba, La Granja (1907), Niñas en el mar (1909), Visión de España (1913-1919) y Elena con sombrero (1910).
Retratos, jardines y muchos azules
Miradas que transmiten la misma sensación que un hogar están captadas en cuadros en los que casi puedes sentir la brisa soplar en tus mejillas. Es así como las salas dedicadas a retratos familiares, retratos reales y jardines y al mar, componen una pieza fundamental de la exposición: 24 obras hechas por Sorolla con 7 de ellas nunca antes expuestas.
Es en estos espacios en los que queda en evidencia su manera de captar la luz, el costumbrismo de sus piezas y, por supuesto, su temática estrella que es el mar. Sus aclamadas habilidades se asoman en pinceladas que plasman la labor de los pesqueros, la niñez, la realeza, la enfermedad de su hija y sus últimos días en su domicilio en la capital.
Los visitantes podrán contemplar su dedicación y amor por su familia, su afinidad con la realeza española y sus refugios; sus jardines en Madrid y las costas valencianas. Aquí se pueden apreciar obras como Enganchando la barca (1899), En las Rocas. Jávea (1905), Jardín de la casa de Sorolla. El sillón vacío (1920) y Retrato del rey Alfonso XIII con uniforme de húsar (1907).
Luz, color e historia en movimiento
Sin embargo, poder, con tus propias manos, ‘jugar’ y ‘pintar’ en el mundo de Sorolla es posible en la última sala. De forma continua van entrando los visitantes a un espacio que, con el uso de gafas de realidad virtual, les traslada al Cabañal y a la playa de la Malvarrosa, y a los espacios íntimos de su casa en Madrid (hoy convertido en un museo dedicado a él) y les permite interactuar con su obra en los distintos escenarios.
Si bien es cierto que las pinturas se distribuyen de forma estratégica en las exposiciones, el diálogo principal de esta cita expositiva lo contiene el establecido entre el factor convencional y el tecnológico que concentra esta muestra. Además, es una oportunidad única para acceder a pinturas nunca antes expuestas que rememoran la niñez en las costas del Mediterráneo. Todo a través de la luz.
La exposición ‘Sorolla a través de la luz’ se encuentra instalada en los Salones de Génova, en el Palacio Real de Madrid, hasta el próximo 30 de junio. Los interesados en visitar esta muestra pueden adquirir sus entradas a través de este enlace.