Maluma Diana

Maluma arrasa en Madrid y regala a Diana una noche que nunca olvidará

Este fin de semana Madrid ha bailado al ritmo de Maluma, durante sus conciertos en el Movistar Arena, como parte de su gira + Pretty, + Dirty. El artista colombiano ofreció un espectáculo vibrante que combinó sus éxitos de reguetón con baladas como Marinero, ADMV y Sobrio. Acompañado por un increíble cuerpo de bailarinas, formado por españolas y venezolanas, Maluma brindó una noche inolvidable para los allí presentes.

A las 21:02, una proyección comenzó sobre la cortina del escenario. El público, expectante, estalló en gritos. Un contador de diez minutos marcó la cuenta atrás. Móviles en alto. Y, cuando el reloj llegó a cero, «PUM», cae la cortina y comienza el show. Pantalla en blanco y el de Medellín con traje negro comienza la reflexión de su hoja en blanco. Una relato protagonizado por esa dualidad que parece que vive el artista: ¿+ Pretty, + Dirty?. Imágenes con su bebé, coches de carreras, imágenes de su trayectoria… tocan a la puerta y…  Como si de un combate de boxeo se tratara, apareció en pantalla, ahora sí, él acercándose al escenario. Envuelto en un abrigo beige de pelo, gafas de sol y muchas ganas, Maluma se subió a la plataforma y arrancó el espectáculo.

Borró Cassette fue la canción encargada de hacer temblar el suelo del barrio de Goya. Durante dos horas, el artista desgranó un repertorio lleno de éxitos como El Perdedor, Según quién?, y Vente Pa’ Ca, entre muchos otros. Amigos, familias y parejas compartieron la noche entre baile, luces y euforia. Y es que el +Pretty+Dirty Boy roba corazones, miradas y, por qué no, hasta el sentido.

Maluma realizó varios cambios de vestuario, pero para cerrar —y terminar de ganarse a todos los que allí estaban— salió al escenario con la equipación amarilla de la selección española. Antes de su último tema, compartió una reflexión íntima sobre la vida, la ansiedad y la depresión: problemas que, como él mismo recordó, están más presentes de lo que muchos piensan. La música, sin duda, se convirtió durante esas dos horas en refugio, celebración y consuelo.

#MalumaSaludaADiana

Pero sin duda, uno de los momentos más especiales del fin de semana ocurrió durante la segunda noche. Entre el público, había una joven muy especial: Diana, de 23 años, paciente oncológica del Hospital Gregorio Marañón. Diana y su hermana habían comprado entradas para el concierto mucho antes de que a ella le ingresaran. Al conocer su situación, su hermana decidió contarla al personal médico, quienes no dudaron en movilizarse.

La doctora Coro Pérez fue una de las piezas clave para que todo saliera adelante: “Cuando le dijimos que sí, que la íbamos a ayudar, Diana volvió a sonreír. Está muy ilusionada”, contó. Con el apoyo del equipo sanitario y la coordinación con el personal del Movistar Arena, Diana pudo asistir al concierto en una zona adaptada, acompañada por su oxígeno y su silla de ruedas.

La campaña en redes sociales #MalumaSaludaADiana hizo el resto. El gesto que parecía inalcanzable se convirtió en realidad. No solo saludó a Diana durante el show: también la recibió al final del concierto, le firmó una camiseta y compartió un rato muy cercano con ella. “Fue muy cariñoso y atento. Un chute de energía para nuestra Diana, que volvió feliz al hospital”, escribió David García, responsable de comunicación del hospital, en su cuenta de X.


David Callejo, médico y escritor de ‘Lo primero, la vida’ acudía a su perfil para movilizar que Maluma saludará o recibiera a la joven. Y es que el movimiento tanto en redes sociales como la implicación de los sanitarios ha sido clave para que este sábado 5 de abril Diana dibujara una sonrisa tan especial que llega al corazón de todos.

Este gesto solidario por parte del equipo médico, el personal del Movistar Arena y Maluma, no solo permitió cumplir un sueño, sino que también mostró el verdadero poder de la música, la empatía y la voluntad colectiva. La historia de Diana y Maluma es un recordatorio de que los pequeños grandes gestos pueden cambiarlo todo. Porque a veces, un concierto es mucho más que un espectáculo: es vida.

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