El Ayuntamiento de Madrid quiere rehabilitar el estanque del Templo de Debod con sondeos y calicatas –rexploración que se hace en cimentaciones de muros– para dar con el problema de filtraciones detectado en 2020.
El Consistorio ha licitado un contrato para la redacción de un estudio previo de diagnóstico y evaluación de soluciones para el proyecto de rehabilitación del estanque. Este cuenta con un presupuesto de 55.959 euros y un plazo de tres meses, han indicado desde el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad.
Este estudio preliminar será necesario para la rehabilitación del estanque y la fuente situados en las proximidades del templo. Para ello se propone el uso de sondeos y calicatas con el fin de investigar el origen del problema y detectar las posibles afecciones.
Detección del origen del problema
La actuación consiste en la ejecución cinco sondeos de reconocimiento con extracción de testigo hasta llegar a 8 metros de profundidad, junto a dos calicatas manuales para el reconocimiento de la solera.
La distribución de los sondeos se realizará de la siguiente manera: tres en el interior del estanque (parte frontal del templo) y dos en la fuente (parte posterior).
La ejecución de los sondeos se realizará mediante el uso de una sonda modelo Beretta T-21 instalada sobre orugas de goma. La sonda tiene unas dimensiones de 90 centímetros de ancho y una altura de perforación de 240 centímetros. Esta máquina es ideal para situaciones de accesos complicados y emplazamientos reducidos, han aclarado desde el Consistorio.
Buscar la mejor alternativa
Por su parte, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha explicado que el objetivo del estudio es determinar cuál es la mejor alternativa para recuperar la lámina de agua del estanque, tras una avería que ha remontado a 2018.
Asimismo, Carabante ha indicado que el análisis servirá para conocer las causas del problema y proponer las posibles soluciones técnicas. Además, ha añadido que, una vez concluido el estudio, se redactará un proyecto definitivo que permita devolver al entorno su aspecto original.
A este análisis se destinarán 55.000 euros a lo largo de los próximos 3 meses. La intención de poder elegir una solución técnica adecuada a finales de este año.