Cuando el sol brilla sobre la capital, no hay mejor plan que escaparse a una buena terraza. Con vistas, ambiente y gastronomía de altura, estas son algunas de las propuestas más irresistibles para saborear Madrid al aire libre.
ABC Serrano y el skyline madrileño
Para quien busque una terraza con estilo, elegancia y versatilidad, la terraza de ABC Serrano, gestionada por el Grupo Life Gourmet, es una opción perfecta para disfrutar de una copa en pleno centro de Madrid.
Este espacio no solo ofrece unas vistas privilegiadas al skyline madrileño, sino que también se puede alquilar para eventos y celebraciones privadas, siendo ideal para organizar desde teambuildings hasta bodas o prebodas. Una experiencia única en una de las primeras construcciones del modernismo madrileño.
Picalagartos: vistas icónicas sobre la Gran Vía
Ubicada en la azotea del hotel NH Collection Gran Vía, la terraza de Picalagartos Sky Bar es una de las más espectaculares de la ciudad. Su ubicación privilegiada en el corazón de la Gran Vía la convierte en una parada obligatoria para quienes buscan una experiencia urbana con clase.
Su carta combina platos de cocina mediterránea con guiños castizos y una selección de cócteles de autor para brindar mientras cae el atardecer. Ideal tanto para una comida con vistas como para copas al anochecer.
Rooftop Jardines de Sabatini: Madrid desde el Palacio Real
La terraza del Hotel Jardines de Sabatini es uno de esos secretos mejor guardados de Madrid. Con una de las vistas más imponentes al Palacio Real, este rooftop es perfecto para una velada romántica o una tarde de relax con amigos.
Su ambiente tranquilo y exclusivo se complementa con una carta de snacks gourmet, cócteles y vinos. Además, al caer la noche, la iluminación del Palacio crea un entorno mágico que convierte la experiencia en algo realmente único.
Zuma: noches de sushi y DJ
La terraza de Zuma se convierte cada noche de verano en un auténtico punto de encuentro para los amantes de la cocina japonesa y del mejor ambiente cosmopolita. Tras saborear su propuesta de sushi y cocina moderna, la velada continúa con sesiones de DJ en vivo que marcan el ritmo de la noche.
Los cócteles creativos y elaborados son protagonistas del after-dinner, haciendo de cada visita una experiencia gastronómica y sensorial sofisticada y llena de energía.
Magadán: un oasis con sabor castizo
El histórico Quiosco Magadán, con más de un siglo de historia, renace como una terraza icónica con aire parisino, gastronomía madrileña y ambiente vibrante.
Ubicado frente al parque, es ideal para desayunos sin prisa, vermut al sol o cenas bajo las estrellas, donde tradición y modernidad conviven en armonía. Su carta es versátil: desde desayunos y brunches sin horario hasta platos castizos como el pepito de solomillo, el pincho de tortilla, el bocata de calamares o los torreznos.
Además, ofrecen pan de masa madre hecho en su propio obrador (En Bruto), açaí bowls, kombucha casera, helados artesanos y mojitos refrescantes.
Ultramarines del Coso: sabor malasañero con alma nórdica
En pleno Malasaña, Ultramarines del Coso (San Joaquín, 16) es el plan perfecto para tomar el aperitivo al sol o disfrutar de una cena veraniega en la plaza de San Ildefonso.
Ofrecen sabores tradicionales con un toque nórdico del chef Andy Boman “El Flaco”, como ahumados caseros, vinos naturales, vermut artesanal y desayunos con café de especialidad. Una taberna madrileña con alma viajera.
Lamucca: una terraza para cada momento
¿Buscas un brunch, una comida informal, una tarde de cócteles o una cena íntima? Lamucca tiene una terraza para cada plan y cada barrio.
- Lamucca del Carmen: Ideal para brunches innovadores y saludables en un espacio escondido.
- Lamucca de Serrano: Perfecta para una reunión de trabajo o un alto en la jornada de compras.
- Lamucca de Fuencarral: El lugar para tardear y desconectar con cócteles y ambiente animado.
- Lamucca de Pez: Una cena mágica en una plaza escondida de Malasaña, el secreto mejor guardado.
Madrid no deja de reinventarse en sus azoteas, quioscos y plazas. Este verano, el plan perfecto empieza con una mesa al aire libre y una buena compañía. ¿Ya sabes cuál vas a elegir?
