La historia cobra vida en pleno Barrio de las Letras de Madrid. El edificio donde en 1605 se imprimió la primera edición de ‘El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha’, la obra maestra de Miguel de Cervantes, reabre sus puertas a los visitantes entre los meses de abril y noviembre (excepto julio), para descubrir uno de los rincones literarios más emblemáticos de la ciudad.
La iniciativa, presentada por el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Mariano de Paco Serrano, en colaboración con la Sociedad Cervantina, busca poner en valor este enclave histórico, actual sede de la entidad, y conservar viva la memoria del lugar que albergó la imprenta de Juan de la Cuesta.
Un viaje al Madrid del Siglo de Oro
Ubicado en la calle Atocha, este edificio es uno de los pocos que se conservan del siglo XVI en Madrid. Conocido también como el Hospitalillo del Carmen, ha sido testigo directo del nacimiento de una obra que cambió la historia de la literatura universal.
“La historia de nuestras letras hay que mimarla, cuidarla y darla a conocer para que trascienda. Es un legado que debemos compartir”, destacó De Paco durante la presentación.
Junto a él, participaron también Celia Freijeiro, vicepresidenta de la Sociedad Cervantina, y el escritor y periodista Luis María Ansón.
Visitas guiadas: un recorrido por la historia del libro
Las visitas guiadas ya pueden reservarse a través de la web www.sociedadcervantina.es, y se realizarán:
- Martes a las 18:30 h
- Domingos a las 12:00 h
Cristina, una de las guías encargadas del recorrido, explica que la experiencia se divide en tres bloques:
- Contextualización de la imprenta y su historia desde 1586.
- El fenómeno editorial de ‘El Quijote’, que fue un éxito rotundo desde su publicación, con hasta seis ediciones en su primer año.
- Demostración del arte de imprimir en el siglo XVI, con una explicación detallada del funcionamiento de la imprenta, sus materiales y los oficios implicados.
Una imprenta que revive el Siglo de Oro
La sala de la imprenta está ambientada con fieles recreaciones de la época, piezas originales y documentos históricos. En ella, el visitante no solo aprende sobre la obra de Cervantes, sino también sobre el trabajo artesanal que implicaba la creación de un libro en aquellos tiempos.
“La impresión era un arte”, resume la guía al explicar la compleja labor de los artesanos tipográficos.
Un lugar de peregrinaje para los amantes de Cervantes
Con esta apertura, el Gobierno regional quiere consolidar este espacio como un referente cultural y literario.
“Queremos extender el conocimiento del autor que da nombre a nuestra lengua. Vamos a convertir este lugar en lo que se merece: un lugar de peregrinaje”, concluyó el consejero.