La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, acompañada por el concejal de Moncloa-Aravaca, Borja Fanjul, ha asistido este miércoles a la reapertura al tráfico del puente de acceso al palacio de la Moncloa sobre la M-30, una vez concluidas las obras de rehabilitación y acondicionamiento que ha llevado a cabo Madrid Calle 30. Los trabajos, que han durado ocho meses, han supuesto una inversión de 1,3 millones de euros.
La intervención se puso en marcha tras la detección de problemas estructurales en el tablero del puente, lo que llevó a la necesidad de actuar de forma inmediata para prevenir su evolución y evitar que pudieran suponer un riesgo para los usuarios. Las obras han supuesto prácticamente la construcción de un nuevo puente, ya que se ha retirado el tablero existente y se ha sustituido por uno nuevo con vigas cajón prefabricadas y una losa impermeabilizada. Además, se han reforzado las pilas, se ha ejecutado un nuevo paso de canalizaciones bajo el firme de la M-30, se ha sustituido la antigua barrera de hormigón por un pretil metálico para dar cumplimiento a la normativa vigente en materia de sistemas de contención de vehículos y se han acondicionado todas las zonas adyacentes.
Construido en el 1990
El puente de acceso al palacio de la Moncloa es un paso superior que se encuentra situado en el arco oeste de la M-30, a la altura del kilómetro 22,9 de esta vía, y que fue construido en el año 1990. La estructura permite el acceso del tráfico del tronco de la M-30 en ambos sentidos al palacio de la Moncloa, a varias facultades y campos de prácticas de la Universidad Complutense, la Universidad Politécnica y el CSIC, y a dos instalaciones del Ayuntamiento (el Vivero de Árboles de Migas Calientes y el Centro Municipal de Acústica).
A partir de hoy ya pueden transitar por el puente todos los trabajadores del complejo del palacio de la Moncloa, los usuarios que accedan a los edificios de Veterinaria y Estadística de la Universidad Complutense y aquellos otros procedentes, por ejemplo, del puente de los Franceses que suelen utilizar este paso para hacer el cambio de sentido.