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fuente de san isidro

La Fuente de San Isidro volverá a abrir al público a partir del martes

El próximo martes 26 de octubre, a las 17 horas, tendrá lugar la inauguración de la apertura al público del suministro del agua de la Fuente de San Isidro, en el jardín de la Fuente del Santo.

El manantial ya existía en el siglo XII, cuando se tiene noticia de las propiedades curativas de sus aguas que San Isidro había hecho brotar milagrosamente al clavar su aguijada en el suelo para dar de beber a su amo Iván de Vargas.

Ubicado a unos cuatrocientos metros de la Ermita de San Isidro, construida en honor al santo, el manantial volverá a ofrecer agua potable a todos los ciudadanos que quieran seguir la tradición.

Acondicionamiento de las infraestructuras de la Fuente de San Isidro

La Archicofradía Sacramental de San Pedro, San Andrés y San Isidro, comprometida con la recuperación de las costumbres devocionales no solo de la Institución sino de todos los madrileños, se ha ocupado de sufragar y gestionar las obras de restauración, saneamiento y acondicionamiento del manantial de la Fuente de San Isidro para, después de medio siglo, habilitar su caudal durante todo el año.

El abastecimiento del agua de manera permanente cumple con el deseo de los fieles de beber de la Fuente de San Isidro tras visitar la Ermita de San Isidro -en la actualidad abierta al público diariamente- y con el compromiso de la Archicofradía Sacramental de San Pedro, San Andrés y San Isidro de preservar una de las tradiciones más antiguas de la capital.

¿Por qué dicen que es milagrosa el agua de San Isidro?

Esta agua del santo tiene la fama de ser milagrosa y de curar todos los males del cuerpo y del espíritu. La tradición dice que San Isidro tenía dotes de zahorí (esos personajes que con una varita en forma de i griega (Y) son capaces de detectar manantiales y pozos de agua).

Según la leyenda, el origen de la fuente se debe a la petición de un sediento Iván de Vargas (el propietario de las tierras en las que trabajaba Isidro) o a la acción espontánea del propio santo, que acercó su vara a un peñasco del que de inmediato surgió el manantial.

Sea como fuere, el caso es que se atribuye a San Isidro el nacimiento de esta pequeña corriente de agua en este punto de Madrid, que poco a poco la gente fue considerando curativa. Junto a ella se acabó construyendo la actual ermita y creándose un flujo de peregrinación con el que se han relacionado no sólo personas del pueblo llano, sino también grandes personajes de la familia real, como la emperatriz Isabel, mujer de Carlos I y madre de Felipe II, que vino a recoger agua para curar unas fiebres a su marido y a su hijo. Parece ser que ambos sanaron y que ello acrecentó la fama de esta fuente milagrosa.

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