La Capilla de San Francisco ha sido reinaugurada tras invertir en ella el Ayuntamiento de Colmenar Viejo un total de 312.839 euros en su rehabilitación, ha informado el Consistorio en un comunicado.
La inauguración corrió a cargo del concierto de La Coral El Canto.
Durante el discurso inaugural, la primera teniente de alcalde y concejala de Patrimonio, Belén Colmenarejo Collado, ha explicado que con esta rehabilitación «se devuelve la funcionalidad a esta ermita, con un valor histórico incalculable y un gran protagonismo como foco turístico y ubicación de referencia cultural del casco antiguo del municipio».
La capilla está catalogada con el grado de protección integral, a fin de garantizar su seguridad, habitabilidad y ornato. En los últimos años su uso ha estado destinado a varias funciones, entre las que se encuentran el culto para los vecinos, reuniones de hermandad o como lugar de ensayo para asociaciones de coros locales.
Ubicada en la plaza de San Francisco, la ermita, de estilo herreriano, tiene una sola nave, con pilastras de ladrillo y muros de sillarejo. Fue construida a finales del siglo XVI y en su interior reposan los restos de su fundador, el alférez Francisco Palacios, nacido en Colmenar Viejo y fallecido en 1578.
La rehabilitación ha supuesto el desmonte de la cobertura de teja árabe con la recuperación y aprovechamiento del máximo material original, la cobertura en su totalidad de la placa asfáltica existente, la sustitución del soporte de la cobertura formado por entablado de madera, el cambio de las correas de madera de la estructura que estén afectadas sin posible recuperación y la sustitución de pares y parecillos, en los que se ha colocado en toda la cubierta un sistema SIATE de Onduline, formado por lámina barrera y panel aislante térmico.
Trabajos realizados
Se ha llevado a cabo también una impermeabilización y ventilación de la cubierta, además de la colocación de baberos formados por plancha de zinc en los encuentros de faldones de tejas con parámetros verticales, ubicados en los remates del campanario, la cubierta de la sacristía y el muro sur de la nave principal.
En las ventanas se han instalado nuevas carpinterías ejecutadas con perfiles de tubo hueco de acero, lacados en color marrón y acristalamiento fijo con vidrio laminar. En la fachada sur se ha aprovechado la recuperación de esta nueva entrada para crear una puerta como un elemento singular, por el que pueda entrar luz tamizada a modo de vidrieras. También se ha construido una puerta de chapa lisa abatible de dos hojas, con montante fijo en la parte curva, realizada con doble chapa de acero calada con figuras geométricas y acristalada con vidrio laminar.
La entrada principal está integrada por la puerta de madera existente original, que se ha restaurado dado su valor histórico. Para favorecer el acceso se ha desarrollado una solera sobre la acera existente, unos muretes de fábrica de ladrillo chapado de granito y un solado de granito igual al del interior.