El Tren de la Fresa, debido a la situación generada por la crisis del COVID-19, que realiza su trayecto entre Madrid y Aranjuez, ha suspendido las circulaciones previstas para el presente mes de abril. El inicio de los viajes vendrá condicionado por las instrucciones que se vayan recibiendo desde el Gobierno central con las actualizaciones de la crisis sanitaria.
Por su parte, el Ayuntamiento de Aranjuez seguirá informando, según vaya recabando información, sobre el inicio de las circulaciones de la nueva temporada del Tren de la Fresa.
Durante las temporadas de primavera y otoño (en 2019, sábados y domingos – Jueves y Viernes Santo también circula, pero no el Domingo de Resurrección-, desde el 18 de abril al 26 de octubre, excepto julio, agosto y las dos primeras semanas de septiembre) se pone en marcha este tren que continúa, desde 1984, con su tradicional recorrido de Madrid a Aranjuez.
Este se remonta a 1851, cuando Isabel II inauguró el primer trayecto ferroviario en Madrid, el segundo de la Península, para unir el Palacio Real de Aranjuez con la capital. Este trazado, que en un principio se construyó con la intención de unir Madrid con el mar Mediterráneo, concluía en la estación de Aranjuez pero, para mayor comodidad de la realeza, se prolongó hasta el Palacio. Desde 1984, el Tren de la Fresa (llamado así porque durante el trayecto el personal vestido de época ofrece una degustación de fresas) homenajea este invento, que simboliza la llegada de la industrialización a nuestro país.
Composición del tren
El tren está formado por una composición de dos coches “Costa”, un coche de departamentos de la serie 5000, de los primeros que construyó RENFE metálicos en los años cuarenta, y dos furgones de la década de 1960, un J-2 y un DV. Los “Costa”, construidos en la década de 1920 con caja de madera, reciben esta denominación porque en origen fueron destinados al servicio de cercanías de la compañía MZA en el litoral catalán.
