Mama Pottery es ese rincón en Madrid donde la creatividad se mezcla con la calidez de un café. Fundado por Marina, una apasionada de la cerámica, este espacio busca acercar el arte a cualquiera que quiera probarlo, sin importar la edad o la experiencia previa. Marina cuenta que esto nace de un sueño «con la intención de acercar el mundo de la cerámica a cualquiera que quiera asomarse. Desde muy pequeña tuve inquietud y contacto con el mundo creativo y artístico. Cuando toqué la cerámica por primera vez, supe que nunca se iría.»
Si alguna vez pasas por allí, verás de todo: grupos de amigas, parejas, familias… Cada uno con su estilo, cada uno a su ritmo, pero todos disfrutando de un momento diferente.
Nuestra experiencia en Mama Pottery
Nosotras fuimos cuatro amigas. Una de ellas, con mucha previsión, consiguió hacer reserva con casi un mes de antelación. Si te apetece probarlo, te recomiendo que te organices con tiempo, porque este sitio está muy de moda y las plazas vuelan.
Hace unas semanas, una amiga me escribió: tenía mesa reservada en Mama Pottery para finales de mes y me preguntó si me animaba. Llevaba tiempo queriendo ir, pero nunca encontraba una fecha que me cuadrara. Así que esta vez no lo dudé: avisé a otra amiga y nos unimos.
Llegamos puntuales, a las 18:00 h. Nos indicaron nuestra mesa y nos trajeron una especie de paleta con cuatro zonas para los colores. Nos dieron un par de consejos: no aplicar más de tres capas de pintura y tener en cuenta que, tras el horneado, los colores se intensifican bastante. Para hacernos una idea del resultado, había ejemplos por todo el estudio.
Teníamos dos horas para pintar la pieza que habíamos elegido. Mis amigas optaron por dos tazas y una hucha, y yo escogí un quemador para velas, al que le di un toque inspirado en los atardeceres de Andalucía (fuimos el 28 de febrero, así que no podía faltar ese guiño).
Cuando finalizar tu obra de arte, porque todos llevamos un pequeño artista dentro, te acercas a la barra a pagar y te dicen la semana en la que puedes volver a recoger tu pieza. No seas impaciente y da por hecho que la espera merecerá la pena.
Fue una tarde distinta, relajante y muy entretenida. Y es que la cerámica no solo es divertida, sino que también ayuda a mejorar la concentración, la precisión y la coordinación, además de ser un plan perfecto para desconectar del día a día.
Mama Pottery Café: creatividad con sabor a café
Una de las cosas que más llama la atención de Mama Pottery es su concepto de café-taller. Mientras decoras tu pieza de cerámica, puedes disfrutar de un café o una porción de tarta en un ambiente acogedor. El ambiente que disfrutas allí es el de un lugar con buena energía. En su catálogo hay más de 80 modelos de piezas para personalizar, desde tazas hasta platos y jarrones, con precios que oscilan entre los 15 y los 32 euros, dependiendo de la pieza que elijas.
Talleres y actividades
Además, Mama Pottery ofrece varios talleres talleres: de torno, lettering, dibujo digital, manualidades, punch needle y muchas otras técnicas artísticas. Si tienes niños pequeños, hay opciones para los peques de la casa, eso sí, a partir de 5 años. También organizan talleres monográficos y actividades para grupos, así que si buscas una forma original de celebrar un cumpleaños o un plan diferente con compañeros de trabajo, esta es una opción perfecta. También cuenta con bonos regalo, así que si estás pensando en regalar una bonita experiencia, sin duda, es una buena excusa para acompañar a tu amiga y disfrutar de un momento juntas.
Ubicaciones y reservas
Mama Pottery tiene tres estudios en Madrid: uno en la calle Concepción Jerónima, 11 (en el barrio de los Austrias), otro en la Plaza de San Juan de la Cruz, 5 (en Nuevos Ministerios) y el más amplio en Arturo Soria, que cuentan con dos salas para realizar eventos. Las reservas se hacen a través de su web, eligiendo el local, el día y la hora. Cada sesión dura unas dos horas.
Sin duda, Mama Pottery se ha convertido en un referente en Madrid para quienes buscan un plan diferente: una mezcla de creatividad, relax y una buena taza de café, té o zumo. Si todavía no lo has probado, apúntalo en tu lista de pendientes.