La tercera edición del Jardín de las Delicias llegó este fin de semana a Madrid acogiendo a más de 50.000 personas que encontraron en este festival la excusa perfecta para despedirse del verano por todo lo alto.
Dani Fernández, Sidecars, Taburete y Melendi fueron los cabeza de cartel de un evento que también contó con otras muchas caras conocidas como las de Raule, Juan Magán, Paula Mattheus o el artista sorpresa de la velada: Camela.
El viernes el público comenzó a calentar motores para lo que venía a ser la despedida de la época estival: durante esa jornada se pudieron vivir momentos únicos como la invitación de Ede en el concierto de Vetusta Morla, la colaboración recíproca entre Dani Fernández y Sidecars (saliendo primero uno de ellos a actuar y después el otro) o la interpretación de Tu fan de Mafalda, canción que salió hace apenas una semana y ya acumula un millón de escuchas.
El sábado arrancó fuerte con Sofía Ellar y su Y pasan los años, y vuelves a tocar aquí a la puerta… la puerta de un Jardín que acogió a la cantante con todas las ganas de escuchar su Amor de anticuario y Segundas partes entre suicidas. A ella le siguió Pol Granch con sus canciones con toque francés y su voz dulce y desgarrada. Como si de un Tiroteo real se tratara, el artista se quedó sin palabras cuando el público, que parecía haberse puesto de acuerdo, se puso a cantar al unísono su tema más conocido.
Mientras Dorian nos cantaba quiero que vengas conmigo a cualquier otra parte, nosotros no nos queríamos mover de allí. Y así como Maldita Nerea nos volvía a pedir perdón, si te llamo amor, ni ellos podían decidirlo, ni nosotros podíamos decir que no. Pignoise también se hizo un hueco con frases tan míticas como Quiero olvidar todo y empezar de cero… pero, claro, cómo íbamos nosotros a olvidar toda su trayectoria si nos llevan acompañando más de 20 años.
Y es que un festival no es un festival completo si no hay nostalgia en las canciones que nos hacen rememorar viejos tiempos.
El Jardín de las Delicias se consolida así como un festival muy popero, muy español y muy ‘castizo’ que, otro año más, ha vuelto a contar con Taburete. La banda madrileña parece haberse hecho un hueco entre los corazones de este público con sus éxitos Sirenas, Mariposas o Madame Ayahuasca. ¿Repetirán el año que viene por cuarta vez? El público parece decir Sí.
Más tarde llegó el turno de Camela, que abrió su actuación con dime si sientes lo mismo que yo. Y desde luego que lo sentimos: las verbenas, las fiestas de pueblo, los veranos con la familia y las noches eternas con los amigos. Camela forma parte de la memoria colectiva y en esta ocasión volvió a remarcar que sigue más presentes que nunca.
Melendi no fue solo un regalo, también una sorpresa
El Jardín de las Delicias pasó a convertirse en un Jardín con enanitos con la entrada de Melendi. Más de 50.000 personas aguardaban su actuación en un recinto que, a pesar de su magnitud, parecía quedarse pequeño ante la multitud que se agolpaba para tararear sus himnos.
Ramón Melendi empezó con su tan mítico Y no lo entiendo, fue tan efímero… y razón no le faltaba. Una hora y media de concierto se pasó como un suspiro. Entre promesas, cheques al portamor y barbies de extrarradio, el artista también recuperó su esencia ‘Milindri’ con temas como El nano o Caminando por la vida.
Melendi no fue solo el mayor regalo del festival, también fue una gran sorpresa: se notan sus años, sus tablas y su pasión (aunque en medio de su actuación reconociera que él nunca quiso ser cantante sino futbolista). Con una sonrisa en la boca durante toda la velada y un sinfín de agradecimientos, el artista nos dejó a todos con ganas de volverle a ver. Una pena que todas las entradas para su próxima gira estén agotadas… ¿a no ser que anuncie nuevas fechas?
Marcando la diferencia
Un festival no necesita de grandes ingredientes para ser un éxito: un buen cartel y un público dispuesto a darlo todo son los únicos imprescindibles.
Pero si, además, el festival ofrece food trucks con comida de calidad y a precios asequibles, stands de marcas mostrando sus productos y sorteando regalos y premios sostenibles como recolectar 20 vasos a cambio de una cerveza gratis, hace que cualquiera que vaya quiera volver el próximo año. Hasta 2024.
