Bea García es la psicoanalista de Madrid Directo. Se formó en la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE, ha sido Presidenta de la Asociación de Encuentro de Psicología desde 2019 a 2021.
Las personas le han resultado siempre interesantes y desde primero de la eso quiso ser psicóloga. Le interesaba la mente humana y curar a la gente. Entonces, llegó un maestro Hugo, Hugo, para enseñarle que ser psicóloga implicaba acompañar y escuchar al otro. Acompañarle en la construcción de su historia, y que no iba de curar.
Al terminar su primer año de Psicología, en mayo comenzó como estudiante colaboradora en el colegio de psicólogos. Aquí empezó su tonteo con el psicoanálisis gracias a varias formaciones en técnicas proyectivas. No ha parado de formarse desde que empezó en psicología y eso le ha permitido hacer muchas cosas y conocer a mucha gente que le ha ido enseñando y guiando.
Terminando el máster creó junto a otros compañeros una asociación llamada Encuentro, para ofrecer psicología a bajo coste en un barrio de Usera, en Madrid. En consecuencia, esto le permitió volver a su universidad pero esta vez como supervisora de grupos de alumnos que implementaban talleres.
Le gusta hacer deporte y conectar con la naturaleza. Baile, Kick Boxing, Kung Fu y Taekwondo. Este último lo sigue practicando a día de hoy desde hace tres años e hizo posible que se reconciliara con con la actividad física, con el movimiento y con su cuerpo. La actividad física es una de sus pasiones y una forma de estar conectada consigo misma y disfrutando.
Actualmente, ha decidido juntar sus dos pasiones y compartirlas con aquellos que quieran descubrirse por dentro (terapia) y por fuera (deporte). Por lo tanto, se está formando como guía de montaña para ir con sus pacientes al campo, para conectar con la naturaleza que nos recuerda lo fundamental y volver al sentido que tantas veces pierde la ciudad.
Forma parte del equipo de psicólogas de Calma, donde atiende y es coordinadora de psicología y, está con un proyecto poderoso bautizado como “Rutab”.
Ha creado su propio equipo con personas en el que comparten una orientación psicodinámica, pues cree firmemente en esta forma de entender al ser humano. Entender su individualidad y subjetividad única que solo se logra construir con una escucha paciente, respetuosa y sin intención de dirigir su camino. Una ruta B, la ruta del inconsciente de lo no evidente.