«Ofrecía el alquiler de pisos turísticos que había arrendado previamente por el tiempo mínimo exigido y los anunciaba en webs de conocido prestigio para atraer al mayor número de víctimas posible». Así era el modus operandi del presunto estafador que, este miércoles, Agentes de la Policía Nacional han detenido tras haber llegado a estafar 12.000 euros en menos de dos meses.
Según informan desde la Jefatura Superior de la Policía de Madrid, el presunto autor fue denunciado por 16 personas a las que citó para recoger las llaves del mismo inmueble en el distrito Centro de la capital, pero tienen conocimiento de hasta 19 víctimas y no se descarta la aparición de otras personas estafadas.
Usaba documentación falsa y llevaba pelucas
La investigación se inició a mediados del mes de agosto cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de un individuo que utilizaba tres inmuebles turísticos localizados en el centro de la capital para alquilarlos de manera fraudulenta. Llegó incluso a modificar su aspecto físico con una peluca para que los agentes no le reconocieran.
Usaba documentación falsificada y aportaba en el momento de la formalización del contrato la nota simple del piso. Todo esto unido al hecho de enseñar el inmueble y entregar llaves para el acceso, las cuales había copiado previamente, no hacía dudar a las víctimas de la legalidad de la operación contractual.
Los investigadores detectaron que la documentación del presunto estafador era falsa y que todo el dinero de las transferencias de los inquilinos lo destinaba a una cuenta de origen extranjero. A dicha cuenta se encontraban asociadas tarjetas monedero que recargaba con los fondos obtenidos de manera fraudulenta.
Detenido cuando esperaba a su siguiente víctima
A finales del mes de septiembre unos inquilinos informaron a una conocida web de alquiler de pisos de que habían visto el mismo anuncio en otra web por un precio bastante inferior. La empresa arrendataria avisó a los agentes, que se trasladaron al inmueble, ya que en ese preciso momento se iba a formalizar el contrato.
Una vez allí y mientras el estafador esperaba a su siguiente víctima, los agentes le detuvieron. Estaba utilizando una nueva identidad y llevaba una peluca para que no le reconocieran. Además, se le intervino tres teléfonos móviles y casi 1.000 euros en efectivo aparte de numerosas llaves de viviendas.
Tras ponerle a disposición de la autoridad judicial, continúan las indagaciones tendentes a la localización de nuevos hechos en que pudiera haber participado el mismo autor.
