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Centro Adopción Madrid

126 perros, 84 gatos y 5 caballos esperan ser adoptados en el CPA de Madrid

Hasta 126 perros, 84 gatos y cinco caballos continúan a la espera de ser adoptados del Centro de Protección Animal (CPA) del Ayuntamiento de Madrid. Allí, los animales conviven con la esperanza de encontrar una nueva familia.

Leku, Néstor, Berto, Nico, Fermín, Cuchi, Campeón, Hera, Scooby, Guido, Protón, Pomelo o Bimba son algunos de los perros y gatos que esperan una segunda oportunidad. El CPA los presenta través de fichas con su raza, sexo, peso, edad, características e incluso vídeos que cuelgan en su página web.

Dejar de ser invisibles

Además, el portal del CPA cuenta con una sección dedicada a aquellos animales que necesitan «dejar de ser invisibles»: aquellos que llevan varios meses y años en el centro. Son considerados «invisibles» porque «cuando vienen posibles adoptantes nunca se fijan en ellos», explican.

Pitbull es la raza canina con más presencia en el CPA de Madrid. Está seguida por los mestizos y los american staffordshire. Por otro lado, entre los gatos, el más frecuente es el común europeo.

Adopción, una alternativa responsable

Según informan desde el CPA, las reservas ‘online’ han vuelto a ser habilitadas. Sin embargo, hasta que se normalice la situación generada por la pandemia, para formalizar la adopción el centro contactará por correo electrónico con los interesados. De este modo se concertará una cita en las instalaciones de la carretera de La Fortuna. A la visita, podrán acudir como máximo dos personas.

Los animales adoptados se entregan identificados, desparasitados, con las vacunas obligatorias y esterilizados o con el compromiso de hacerlo. Asimismo, todos los trámites y tratamientos son gratuitos.

Desde el Ayuntamiento abogan por la adopción como alternativa responsable a la compra. «Una mascota no es un regalo que se pueda devolver, por lo que si se decide incorporarla al hogar hay que tener claro lo que significa: la mascota es un ser que siente, que sufre, que ama. No se puede jugar con sus sentimientos», subrayan.

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