Hoy es el día de Nuestra Señora de la Almudena: la patrona de la capital y advocación mariana de la catedral de Madrid. Por este motivo, desde Madrid 365 hacemos un breve repaso sobre los orígenes históricos y leyendas alrededor de la figura de la Almudena.
El nombre
Almudena es un nombre de origen árabe. Tradicionalmente, se había considerado que provenía de la palabra «al-mudy» —almudín—, cuyo significado es «depósito de cereales». Sin embargo, expertos en la materia coinciden hoy en que el nombre procede de la palabra «al-mudayna» —que significa «la ciudadela»—, diminutivo de la palabra al-madina, «la ciudad». Esta vocablo haría referencia al antiguo recinto militar amurallado, ubicado donde hoy se asientan la Catedral y el Palacio Real de Madrid.
Aunque no existen datos exactos sobre la antigüedad de la talla como del culto, existen documentos que indican que al menos tres siglos antes de ser encontrada fue ocultada por decreto del arzobispo Raimundo de Toledo.
Diferentes tradiciones
Respecto a los orígenes de la imagen de la Almudena, existen varias tradiciones. Según una de ellas, en el 712, antes de la toma de Madrid por los árabes, los habitantes de la Villa tapiaron una imagen de la Virgen en el interior de la muralla, para esconderla de sus enemigos. De este modo, no fue hasta la Reconquista de la ciudad, cuando, en el siglo XI, el rey Alfonso VI se propuso encontrar la imagen oculta.
Después de días de plegarias, y mientras una procesión pasaba por la Cuesta de la Vega, el fragmento de muralla donde se encontraba cayó derruido. Así, encontraron la imagen intacta, con las dos velas con las que había sido tapiada aún encendidas, a pesar de los siglos transcurridos.
Otra leyenda cuenta que al héroe castellano Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid, se le habría aparecido la Virgen. En la visión, la Almudena le pidió que tomase la fortaleza de «Mayrīt». Al acercarse El Cid y sus acompañantes a la villa —con la intención de cumplir con la misión de la Virgen— se habría desprendido el fragmento de muralla donde se hallaba la figura, y gracias a este hecho pudieron entrar y tomar la ciudad.
A pesar de las leyendas, según los expertos en la materia, lo más probable es que la imagen primitiva fuese tallada en la Baja Edad Media, durante la repoblación cristiana de la ciudad, para ser colocada en el altar de la antigua mezquita mayor, ahora reconvertida en iglesia mayor de la ciudad —antigua iglesia de Santa María de la Almudena—.
¿Por qué el 9 de noviembre?
En relación al día escogido para celebrar la festividad, es otra leyenda, del siglo XI, la que lo justifica. Los hechos se remontan al año 1085. En un 9 de noviembre, durante el potificado de Gregorio VII, se convocó una procesión muy cercana a la Almudena. Fue entonces cuando se desprendieron una serie de piedras de la muralla, dejando al descubierto la imagen de la Virgen que había estado escondida durante tantos siglos. De hecho, esta es la historia que está plasmada en el himno dedicado a la patrona:
«Tú que estuviste oculta en los muros
de este querido y viejo Madrid,
hoy resplandeces ante tu pueblo
que te venera
y espera en ti»
La catedral
Más allá de las leyendas, uno de los homenajes de la ciudad a su patrona es el templo dedicado a ella: la catedral de Santa María la Real de la Almudena. Todo comenzó en 1868. Ese año, la Congregación de Esclavos de la Virgen de la Almudena solicitó al arzobispo de Toledo permiso para construir otra iglesia dedicada a la Virgen de la Almudena. La petición se debía a que la primera había sido derribada en la revolución del año 1868.
Para llevar a cabo su misión, la Congregación acudió a la Casa Real a solicitar ayuda para la construcción. Entonces, los reyes se comprometieron a ceder parte de los terrenos que estaban frente al Palacio Real para el nuevo templo. Sin embargo, el fallecimiento repentino de la reina, animó al rey Alfonso XII a acelerar la obra, pues el nuevo templo —proyectado en sus inicios como parroquia— sería lugar escogido para enterrar a Maria de las Mercedes.
El arquitecto Francisco de Cubas y Montes fue el encargado de diseñar la catedral. Y, el 4 de abril de 1883, el rey Alfonso XII colocó la primera piedra de la futura iglesia. No pasó a ser catedral de Madrid hasta 1885, cuando fue erigida en diócesis por el Papa León XIII.
En ese momento, Cubas modificó entonces su proyecto inicial. Diseñó una catedral de grandes dimensiones, de estilo neogótico florido francés, con planta de cruz latina y capillas laterales. El crucero presentaría también tres naves mientras que la cabecera sería semicircular con girola y cinco capillas radiales. El altar mayor quedaría reservado para colocar la imagen de la Almudena.
Además, como curiosidad, cabe destacar que en la cripta se conserva la imagen de María más antigua de Madrid: la Virgen de la Flor de Lis. Este cuadro procede de la primitiva iglesia de Santa María. Datada en el siglo XII-XIII, muestra una pintura mural de la Virgen como trono del Salvador con una flor de lis en la mano. Y, bajo sus pies, con una cruz roja, recordando la colaboración de la Orden de Calatrava en la reconquista de la Villa.
Redacción
