Finalizan las obras del Museo de Esculturas al Aire Libre de la Castellana
Un espacio más accesible y un mejor paisaje urbano. Ese es el resultado de la remodelación del Museo de Esculturas al Aire Libre de la Castellana que acaba de concluir.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha visitado el espacio junto a las delegadas de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, y de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy, y el concejal del distrito de Salamanca, José Fernández.
Para Almeida, estas obras de «dignificación» eran «muy necesarias» para permitir que los madrileños puedan disfrutar de un espacio «único y privilegiado» que cuenta «con una nómina de escultores que es impresionante», con Chillida, Chirino, Palazuelo, Rueda o Torner, entre otros, que, “con su generosidad”, contribuyeron a crear “uno de los mejores Museos de Escultura al Aire Libre” que existen.
Una vez finalizada la rehabilitación de todo el entorno del museo, el alcalde se ha comprometido a poner en marcha un estudio pormenorizado de todas las esculturas, que «comenzará en 2023 con la redacción de fichas individualizadas de todas y cada una de las esculturas» para valorar su estado de conservación y abordar su posible restauración.
Un museo pionero
Ubicado bajo el puente de Enrique de la Mata Gorostizaga entre la calle Serrano y la glorieta de Rubén Darío, este museo de carácter abierto creado en 1972 y pionero en España en el concepto de exhibición de obras de arte en la vía pública, se verá ahora potenciado gracias a un acceso más fácil y a unas vistas más despejadas.
Para una mayor accesibilidad, se han potenciado los itinerarios peatonales de cruce con nuevos pasos de peatones y la incorporación de cuatro tramos de rampas que aumentarán la comodidad del peatón al realizar un recorrido que anteriormente solo se podía hacer mediante escaleras. También se ha renovado el mobiliario urbano y se ha optimizado su colocación para que no suponga un obstáculo.
El diseño ha contemplado la recuperación de espacios para el peatón mediante la ampliación y renovación de aceras, espacios estanciales y calzadas, unificando materiales y acabados de manera que se ha configurado un espacio urbano continuo y unitario. Asimismo, se ha instalado una nueva red de alumbrado más eficiente y se han mejorado las zonas verdes con nuevas especies y renovación de las existentes.
En el tramo de la Castellana se han reubicado las isletas separadoras en las calzadas laterales del paseo para albergar las paradas de la EMT fuera de la visual del museo y evitar así obstáculos en toda la franja afectada. Esta medida consigue despejar la parte central y permite la ubicación de un paso peatonal de 22 metros de anchura.
