autobuses propulsados Leganés

16 nuevos autobuses propulsados con Gas Natural Comprimido en Leganés

| 02/10/2020 08:38

El Ayuntamiento de Leganés ha anunciado que el municipio cuenta con 16 nuevos autobuses propulsados con GNC (Gas Natural Comprimido). Estos nuevos vehículos incorporados por la Empresa Martín prestarán servicio a la línea urbana L1, así como en las líneas interurbanas 484, 488 y 496.

114 autobuses menos contaminantes

Con estas nuevas incorporaciones son ya 114 los autobuses que prestan servicio en Leganés y que utilizan este combustible menos contaminante. Esta cifra supone el 80% del total de la flota ya que 114 de los 143 vehículos que recorren a diario Leganés usan actualmente este combustible.

El concejal de Recursos Humanos, Desarrollo Local y Empleo y Sostenibilidad y Movilidad, Fran Muñoz, ha valorado positivamente esta noticia y ha tendido la mano para continuar avanzando hacia una flota de autobuses que funcione de forma completa con combustibles no contaminantes.

«Queremos seguir trabajando con el Consorcio de Transportes para tener una flota 100% no contaminante, totalmente accesible y que permitan la intermodalidad de la bicicleta», ha indicado.

Reordenación de las líneas

El Consistorio leganense continúa trabajando en la reordenación de las líneas interurbanas de la ciudad y en la implantación de la L2, que servirá para «optimizar el servicio de autobuses en nuestra ciudad, mejorando las conexiones entre nuestros barrios y las zonas industriales, así como también con los municipios limítrofes y la ciudad de Madrid», ha señalado Fran Muñoz sobre esta segunda línea urbana de autobús.

«No debemos dejar de incidir en el beneficio ambiental que supone apostar por el uso del transporte público frente al vehículo privado. Los turismos son los principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero, produciendo más del 62% de las mismas, frente al 5% de los autobuses» ha recordado el edil.

Movilidad sostenible

Los 16 nuevos autobuses propulsados por GNC permiten reducir las emisiones de CO2 en un 20% y las de partículas y óxidos de nitrógeno en un 85% respecto a los que utilizan diesel como combustible.

Estos vehículos reducen el ruido en un 50% respecto a los niveles de un autobús convencional. Además, pueden considerarse más limpios en términos de emisiones que los propulsados por combustibles tradicionales.